III

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Entre tanto pensamiento, Jisung llegó a su destino. Al bajar, pudo observar un edificio relativamente moderno. Sus paredes eran de color blanco, y estas poseían muchas columnas y pilares con diferentes diseños. Al ser una escuela de artes, había un jardín repleto de preciosas flores y con estatuas posiblemente esculpidas por los alumnos.

El edificio poseía grandes ventanales dejando ver un poco del interior, donde en algunas salas se podían ver diferentes materiales de pintura, como caballetes, lienzos, etc. En otras se podían observar grandes instrumentos, tales como un piano, diferentes estilos de guitarras, y muchos otros. Otras salas simplemente parecían estar vacías, por lo que supuso que serían salas de baile o de canto.

Observó a su alrededor y vio a muchos estudiantes mirando en su dirección, debido que se quedó parado observando todo minuciosamente y no supo en que momento había retenido oxígeno en sus pulmones pero exhaló lentamente antes de volver a inhalar para comenzar a caminar a lo que sería su infierno o su paraíso.Con timidez, comenzó a avanzar hasta la entrada, viendo miles de personas andar a paso ligero de un lado a otro. Ahí fue cuando se preguntó la hora. Miró el reloj digital de su móvil y...

Oh.

Eran las 8:05 am.

Llegaba cinco minutos tarde a su primer día en un nuevo instituto dónde no conocía a nadie.

Con prisa buscó en los bolsillos de sus pantalones un pequeño papel en el que ponía la clase a la que tenía que asistir durante todo el curso. Subió escaleras, giró varias esquinas, cruzó varios pasillos, y cada vez que cruzaba mirada con cualquier persona que se dignase a mirarle, este bajaba su mirada al suelo para intentar pasar desapercibido.

Una vez estuvo delante de la puerta, tocó levemente esta con su mano, generando el típico knock knock.

La puerta fue abierta por un hombre mayor, no tan alto y con canas. Tenía una gafas demasiado redondas que causaban gracia. En cuanto este señor vio a Jisung una gran sonrisa brillante apareció en su cara.

-Ummm... hola, s-soy el nuevo estudiante Han Jisung. Un p-placer.- dijo este titubeando debido a que toda la clase lo estaba observando.

-¡Hola joven Han!- exclamó entusiasmado el hombre, mientras lo invitaba a pasar.- Justo les estaba comentando sobre usted. Yo voy a ser vuestro tutor y os daré clase de historia del arte. Puede tomar asiento junto al joven Lee.- señaló apuntando a un chico pelirubio con pequeñas y abundantes pecas en sus mejillas.

De lejos parecía ser una persona inofensiva y repleta de alegría, pero no tenía pensado establecer amistad alguna con nadie. Al tomar asiento, tuvo que reprimir una sonrisa al ver al inocente chico sonreírle de una manera demasiado cálida.

-¡Hola Han Jisung! Soy Lee Felix, pero puedes llamarme por mi nombre.- exclamó el rubio con alegría extendiendo su mano esperando ser correspondido. Por un momento Jisung quiso ser su amigo, pero rápidamente quitó esa idea de su cabeza.

-H-hola Felix- dijo estirando su mano para poder juntarla con la del chico, seguidamente haciendo un pequeño balanceo como saludo.

-¿De qué instituto vienes?- preguntó el pecoso.

-Vengo de Incheon, pero ahora estoy viviendo en Itaewon.- respondió el peliazul sintiéndose más cómodo.

-Wow, tiene que ser duro dejar todo allí. Yo también tuve que mudarme hace muchos años de Australia.- habló de nuevo Felix.

-Entonces, ¿hablas fluido en inglés?-preguntó el chico nuevo.

-Yes, I can talk fluently in English.- dijo en un impecable acento australiano.

Want so bad~ minsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora