Luna Roja (parte 2)

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Sentía como mi sangre corría por mis venas más rápido de lo normal, como mis parpados pesaban y mi conciencia iba desapareciendo. Todo sucedía en cámara lenta, pude ver como Crista caía sin fuerzas en mi cama, sentía como un ardor infernal aparecía en mi espalda, como iba dejando de sentir mi cuerpo, mientras todo se teñía de un rojo escarlata como la sangre. Lo último que vi fue un resplandor dorado saliendo de la espalda de Crista ...



Me levante de golpe, mire a mis costados, no había nada todo había sido un sueño. Me sentía sudada y con ganas de vomitar, me pare de la cama pero me volvía a sentar por que un fuerte mareo de impidió ver con claridad, cuando la habitación dejo de dar vueltas, o así lo sentía yo, me pare pero más lento tratando de no hacer un movimiento brusco. Me acerque a mi armario y busque algo no tan abrigado ni tan ligero, ya que hoy no hacía ni frió ni calor, estaba templado, encontré unos jeans negros, tome la camisa que use ayer, mis borsegos y un cambio de ropa interior. Me encerré en el baño, mientras se cargaba la bañera me mire al espejo, estaba pálida y con ojeras, parecía enferma, y ya se el porque, hoy había Luna Roja. No me había dado cuenta de cuando pero tenía puesto mi collar, y la piedra roja del centro brillaba tanto que parecía sangre, me lo saque y mire la bañera, ya estaba lista, me hice un rodete, me desvestí y entre, esta era un de las cosas que más me relajaba, sentir el agua tibia. No quería tardar mucho así que me bañe lo más rápido posible, termine y me cambie, tome mi collar y me lo puse.

Cuando salí del baño, sentí unas punzadas en mi cabeza, estaba muy débil. Trate de caminar hasta la puerta pero me costaba, cuando pude salir me dirigí al cuarto de Crista que, gracias a Dios, estaba una puerta después del mio. Toque pero nadie me respondió, volví a tocar y nada, así que entré, la habitación estaba muy oscura y lo único que podía distinguir era la piedra de su collar que subía y bajaba con su respiración, trate de acercarme pero mis piernas fallaron y caí haciendo mucho ruido, ella se levanto exaltada.

- ¿Qué ....- dijo mientras busca la causa del ruido y me vio tirada en el suelo, trate de pararme pero no podía- ¡______! ¿qué te paso?- se levanto de la cama para ayudarme pero al hacerlo se mareo como yo.

- Crista no te muevas mucho- le dije cuando me pude para, me acerque a ella y nos sentamos en su cama- hoy vamos a estar débiles por la Luna Roja, así que lo mejor es que hoy no salgamos del cuarto- dije y la mire- jajajaja estas pe-peor que yo- le dije pero tartamudee por el dolor de cabeza.

- ¿De que estas hablando?- me pregunto con el ceño fruncido, se levanto y fue al baño de su habitación para verse en el espejo, ella al tener un color más claro de piel que el mio se le notaba mucho cuando estaba pálida y sus ojeras era más marcadas que las mías- ¡parezco muerta!- grito desde el baño, volvió al cuarto y se tiro de cara en la cama- ¿es normal que tenga ganas de vomitar?- me pregunto mientras me miraba, yo solamente asentí- esto es una mierda, me siento débil, con dolor de cabeza y mareos, es como si estuviera embarazada- dijo mientras se daba vuelta y se reía con migo.

- Tienes razón esto es una mierda- le dije y me senté- es mejor que le valla a decir a Ruki que no nos sentimos bien, mientras hago eso vos cámbiate y anda a mi habitación, creo que si pasamos la tarde juntas no nos va a pasar nada- dije mientras me levantaba y empezaba a caminar torpemente, me volví cuando recordé algo- ha y creo que tengo un par de mangas yaoi por ahí- le dije y note como de un salto se paraba pero se mareaba, y se sentaba devuelta.

- ¡Ya mismo voy para tu habitación!- me dijo mientras se vestía.



Riendo me fui de su habitación. Camine por los pasillos buscando la habitación de Ruki, cuando la encontré, toque y Ruki me contesto con un ronco "pase", todavía estaba durmiendo, entre pero me hubiera gustado no hacerlo, Ruki estaba durmiendo solo con unos pantalones y su torso estaba descubierto, sentí como mis mejillas comenzaban a arder. Me acerque a su cama y trate de moverlo para que se despertara, pero no funcionaba, cuando me rendí sentí como tomaba mi muñeca y me tiraba a la cama con él, seguro que mis mejillas estaban más rojas que nunca, Ruki me abraso y pude escuchar su respiración, era relajada.

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