Todos los chicos y chicas de South Park han pedido un deseo, conocer a una chica que los haga sentir completos.
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Tiempo despues una chica un poco introvertida se muda a South Park con su familia y primo, conociendo a varias personas que creará...
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La fría noche llegó, un grupo de chicos caminaba por las heladas calles de aquel pueblo tan peculiar y extraño. Pronto llegaron a una casa de color azul bastante común.
El líder de aquellos chicos tocó la puerta, esperando que alguien llegara a abrirla.
Pronto unos pasos tranquilos se acercaron a la entrada, una señora de cabello rojo amarrado en una trenza se asomo.
- Oh deben ser amigos de Liam ¿verdad?- Dijo la señora con una gran sonrisa.
Aquel chico no tuvo tiempo de contestar ya que alguien se adelanto.
- ¡Si, vinimos a buscarlo para jugar video juegos!- Exclamó un chico con cabello castaño, el cual traía una chaqueta roja puesta para evitar el frio.
- Lamento decirles que no esta aquí, si quieren verlo solo vallan a la casa amarilla de al lado, adiós chicos- tan solo basto decir eso para cerrarles la puerta en la cara y alejarse lentamente para volver a descansar.
Todos se miraron entre sí para que rápidamente tomaran rumbo a aquella casa amarilla. Nuevamente ya estando en el lugar volvieron a tocar la puerta esta vez se escucho el como alguien corría hacia la puerta.
Al abrirse esta dejo ver a un chico pelirrojo con cabello despeinado.
- ¡Chicos que bueno es verlos!, pero ¿Qué hacen aquí?- una clara expresión de curiosidad se mostró en el rostro de aquel simpático chico.
- Clyde estuvo insistiendo en invitarte a jugar video juegos, así que vinimos a buscarte - sonrió un chico de tez morena y sudadera morada.
- ¡Genial y a donde vamos a ir!- una gran sonrisa se dibujo en su rostro e incluso podrían jurar que veían brillos a su alrededor.
- Todavía no se deciden en que casa jugar, así que tu decides- Reprocho un chico con un gorro azul y pompón amarillo.
- ¡Hey no es nuestra culpa, tu no quieres ir a ningún lado!- reclamo Clyde el cual hizo un puchero y se cruzo de brazos volteando a ver otro lado.
- ¿Les parece bien si jugamos a aquí?- interrumpió el pelirrojo, para así evitar una pequeña pelea entre esos dos.
- Por mi no hay problema - Sonrio aquel chico de suéter morado.
- ¡Pasen esta haciendo mucho frío!- Dijo Liam haciéndose a un lado para que sus amigos pudieran pasar.
La primera reacción de estos al ya estar adentro fue observar con curiosidad la casa. Pero como siempre, la tranquilidad no duró mucho ya que aquel chico de cabello castaño dio un gran grito emocionado.
