Ni los dioses nos venseran

Creo que te conozco

Pasaron los años y Dianey era una señorita de tan solo 15 años, la joven hacia sus deberes reales al igual que su hermano mayor Jesus, y en las fiestas reales era muy querida por todo el reino, estudiando y pronto convertirse en una gran princesa, pero ella anelava con ser libre salir del reino, pues a la pequeña le tenían prohibido salir del reino, la pobre joven se sentía en una prisión y su sueño era conocer todo el reino y saber más sobre el exterior pero su padre no lo vería haci, por ello solo guardaba ese sueño y llorando en su habitación era la forma de expresar lo que sentía.

Por otro lado Lufier se conviertio en un tirano pues el no estaba de acuerdo que lo comprometieran con alguien que no sabría ni quién era ni sentir algo por esa persona, el joven principe de 18 años trataba mal a todos no le importaba que o quién fuera era un tirano y engreído, ni sus propios padres podrían controlar su mal carácter, pues por ello habían siempre problemas y Lufier se iba del reino a pasar la noche en otro lugar, siempre va a hoteles donde las mujeres venden su cuerpo y a emborracharse pero está vez no quiso y se camino al bosque y solo le venían vagos recuerdos de una pequeña diciendole su nombre.

Mientras tanto Dianey triste en su habitación entra su padre y se despide ya que tenía que salir a un lugar, la joven se despide de el y de nuevo queda sola en su habitación y ella prosede a ver las estrellas en el balcón, jesús entra para hablar con ella un poco.

Jesús: hola Dianey

Dianey:-sin apartar la mirada- hola

Jesús: como estás...

Dianey:-suspira- bien supongo

Jesús: que pasa que tienes

Dianey: pues no se, no entiendo por qué me prohiben todo esto, por qué papá no quiere que salga del reino

Jesús: por tu protección quiere que estés bien

Dianey: pero yo solo quiero salir y sentir el aire aún que sea solo una vez

Jesús al ver a su hermana triste y con ese sueño tiene una idea.

Jesús: y por qué no sales hoy, además papá no está así que no hay nadie que te detenga, te cubro que estás dormida nadie se enterará será nuestro secreto

Dianey no podía creer lo que estaba escuchando y sin dudarlo acepto se preparo y escapó del castillo dirigiéndose al bosque, mientras Lufier se quedó sentado en el lugar donde el jugaba antes con una niña pero ya no la recuerda y quisiera saber quién era, Dianey iba caminando y se sentía como si hubiera venido alguna vez ahí, muestras más se adentraba al bosque más obscuro se ponía no podía ver mucho al punto que se estaba asustado y vio algo sentado ahí tenía miedo pero la curiosidad la mataba y quería saber que era eso al acercarse más esa cosa la tomo de las manos y vio que era una persona y esa persona era Lufier, sus ojos se clavaron por completos ya que eran muy hermosos y algo en su pecho sentía Dianey, sentía como una conexión que nunca tuvo con alguien pero a la vez sentía que lo conocía de algún lado pero de donde.

Lufier: Ey niña que tanto me miras -la mira frío-

Dianey: quién eres?

Lufier: yo soy Lufier príncipe de los infiernos

Dianey recuerda que siempre le decían ten cuidado con el príncipe pues el no le importa si eres hija de alguien importante te matará sin compasión aún que no le hayas echo algo.

Dianey: un gusto majestad -reverencia- yo soy la princesa Dianey del reino de los cielos encantada de conocerlo

Lufier: umm ya eres la niña mimada de la que todos hablan

Dianey: niña mimada?

Lufier: olvídalo, que haces aquí, la hija de dios no sale para nada de su castillito