Chantejear

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Miles 1610 y Miles 42 se encontraban en el sofá mirando las noticias donde señalaban a dos héroes anónimos de haber salvado un banco y muchas vidas salvadas, Miles 42 era quien prestaba atención a esta sin notar que el pelinegro se encontraba distraído.

Entre el aburrimiento, Miles 1610 suspiro frustrado, se levanto del sofa pata dirigirse a la recamara haciendo que el Miles 42 volteara a verlo.

—¿A donde vas ?—. Pregunto haciendo que Miles 1610 parara en seco mirando el suelo y pasando su mano por su nuca;

—Me siento cansado, después de salvar ese banco me dejo agotado y combatir con los villanos del banco, de hecho no e dormido bien—.respondió con titubeos, claramente estaba mintiendo; la verdadera razón es que aún no superaba la pequeña broma de su novio

—.De verdad Morales ? ¿Me pides que me quede contigo y te comportas así ? De esta manera no pasare tanto tiempo contigo—  la paciencia de ese día había llegado a su limite definitivamente tratar con Miles 1610 se volvía algo tedioso para el pero al final tendría el placer de disfrutar de su recompensa.

¡Nunca estas conmigo!- definitivamente empezaría una  discusión,— ¡Te la pasas fuera según vigilando las calles, llegas tarde y últimamente te comportas distinto no se que te pasa.

—Conmigo nada, tu eres el que esta raro.-  para este momento Miles 42 ya estaba de pie, tomo las llaves que estaban sobre la pequeña mesita de centro mientras Miles 1610 lo miraba sin saber que decir.

—¿D-donde vas ?- pregunto asusto por la respuesta del morenazo

—¡No lo se, a un lugar donde no tenga que soportar tus estupidos cambios de humor! -grito enojado logrando que por los ojos de Miles 1610 salieran lágrimas -te dije que no siguieras Morales.

—No... quédate Miles-. hablo en cuanto pudo recuperar la voz,esa voz temblorosa con rasgos de llanto. —Se que es mi culpa pero no te quiero perder Miles, de verdad eres lo más importante para mi y te amo.

Al verlo de esta manera Miles 42 se acercó a él, Miles 1610 miraba el piso intentando ocultar su llanto, Miles 42 forzó su sonrisa mostrando poco a poco que estaba logrando su cometido.

—Bebé prométeme que ya no seras así, sino yo ya no estaré contigo como ahora- con su mano derecha tomo el mentón de Miles 1610 levantando su rostro, mostrando rastros

—Te lo prometo- respondió sin dudar abrazándolo a Miles 42, quien sonreia satisfecho

—Vamos bebé- beso los labios del pelinegro para después dejar las llaves que el antes había tomado, así tomando la mano de Miles 1610 y encaminarse a la habitación.

Violentometro | Miles 42 x Miles 1610 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora