Intro

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Connor tenia 28 cuando su primogénita nació, pero a pesar de ser un adulto todo el asunto pareció más un embarazo adolescente. Mantuvo todo en silencio, aunque no lo suficiente para ocultarlo de su padre, Connor no tenia pruebas pero estaba seguro que había esperado incluso a que el resto de sus hermanos estuviera presente para poder despotricarle su estúpido desliz.

" Al menos no lo tuviste con una prostituta ¿Pero una cantante? jodidamente patético"

No era como que fuera una estrella pop, Eleonor era una cantante de opera a la que Connor le resulto encantadora, un par de noches fue todo lo que hubo.

—Hola papá o debería decir felicidades abuelo —rió torpemente

—Connor ¿Tienes los resultados de ADN?

—No, pero...

—Entonces al carajo, no me marques hasta asegurarte.

Los resultados fueron positivos, pero Connor no le marco de vuelta a su padre ni intento seguir enviando mensajes a su hermanos.

—Mi dulce, Nina —deposito un beso afectivo contra la sien de su recién nacida— esta bien, papá esta aquí.

No le sorprendió cuando Gerri apareció una hora después.

—Tu padre quiere verla mañana —comunico— hable con Eleonor, cedió la patria potestad y firmo un acuerdo de confidencialidad...

—Un minuto, Gerri —interrumpió Connor— eso no es lo que acordamos, Eleonor la va a cuidar y yo voy a visitarla -ante la inexorable mirada agrego una aclaración- frecuentemente.

—Tu padre —enfatizo— no quiere que una artista liberal que hace cinco minutos no podía costear más que un estudio decadente críe a su nieta, ¿Entendido?

Aunque frustrante no le sorprendió la intervención de su padre, al menos no le estaba diciendo como criarla paso por paso, solo le ordenaba encargarse. ¿Pero que acaso no podía ver que Connor no tenia la mas remota idea de cuidar un recién nacido? Pago doble para conseguir dos niñeras y una enfermera en menos de una hora.

—Muy bien, señoras. Quiero a mi bebe feliz y sonriente —ordeno mientras depositaba a Nina en brazos de la mujer más cercana— si veo un solo indicio de infelicidad voy a cortar sus cabezas y hundir las próximas tres generaciones de sus familias ¿Entendido?

Ni por un momento borro la sonrisa de su rostro mientras lanzaba su amenaza, pero sus rápidas afirmaciones lo satisficieron lo suficiente para entregar una tarjeta negra agregando que era para los gastos de Nina.

El primer encuentro de Logan con su nieta no fue acogedor, se limito a ser clínico y practico, dando una breve mirada determino que estaba en los parámetros de lo aceptable, con un simple asentimiento se marcho a la oficina dejando a Connor a la merced de sus hermanos.

-Es como una papa fea —rió Roman— Ey Nina, hola ¿Te estoy aburriendo?

Antes de que Connor pudiera hacer algo Roman torció la oreja de Nina. Los llantos no se hicieron esperar.

Con una señal las niñeras se acercaron retirando a Nina en un parpadeo.

—Que demonios, Roman —se quejo Kendall— es un bebé.

Roman bufo.

—No lo va a recordar.

—Tío del año —soltó sarcásticamente Shiv.

—¿Por que me esforzaría cuando no lo va a recordar? —rió Roman— No te preocupes Connor, tal vez cuando tenga cinco haga el esfuerzo.

Connor sonrió forzadamente.

—Bueno, me da gusto verlos pero tengo que marcharme no he dormido del todo —se disculpo— tener un recien nacido es difícil.

—Bueno, si claro —respondió Kendall sin intenciones de pedirle que se quedara— solo dame un segundo —hurgando en su bolsillo saco una caja— ten, un regalo para Nina.

—Oh, gracias.

Abrió la caja para encontrarse con una brazalete de diamantes.

—Realmente útil, Ken —comento con sarcasmo Shiv— ten Connor, se que lo vas a necesitar.

En sus manos había un libro amarillo y negro con grandes letras que titulaban "Paternidad para tontos". Shiv podría creerse bastante astuta pensando que lo insultaba, Connor tenia toda intención de leerlo.

Nina RoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora