Nina Roy

Capitulo 3

Eran las dos de la mañana y Kendall estaba tratando de aliviar el dolor de espalda de Rava cuando su teléfono comenzó a sonar.

—Nina, espero que sea importante, mi esposa embarazada no se siente bien.

—Dios —Nina hipó un poco— Intente llamar al abuelo ¿Vale? ¿Puedes enviar a alguien a recogerme? y a despertar al abuelo, se avecina una tormenta de mierda y hay que hundir a imbeciles, tío.

—Nina ¿Estás borracha? —preguntó Kendall incrédula— ¡Tienes como doce!

—¡Dieciséis en cinco semanas! —gruñó— y voy a hacer una fiesta, tú y Rava están invitados, le envíe un correo a tu asistente.

—Como sea, Nina. Ponte sobria o llamaré a Connor.

—¡No cuelgues! —gritó molesta Nina— los Maxwell le están vendiendo su emisora a un tipo filipino, el tipo ya tiene algunos periódicos de segunda compradas en la costa oeste y el bajo atlántico, en cuanto tenga a Maxwell será un gran lanzamiento.

—¡Qué carajos!

—Exactamente mis pensamientos.

—No pudieron callar esa adquisición.

—Pero lo hicieron, y tenemos como cinco horas para quemar ese puente.

—Nina, jura que estás segura que sabes de lo qué hablas.

—Puedo llamar al tío Rome y dejarlo ser un cachorrito orgulloso en el regazo del abuelo cuando sea él quien de la noticia.

—Bien, mándame tu dirección y toma un puto café, juntaré a todos en el lugar de papá.

En 45 minutos todos estaban enojados y tratando de matar a Nina con la mirada.

—¡¿Estas borracha?! —ladró Logan furioso.

Consideraba que sería peor mentir.

—Resaca, señor

Roman se partió de risa.

—Te acabas de inventar esta mierda, ¿No? eres una broma.

Nina lo miró fijamente.

—Necesitaba información y la lengua de Elaine se afloja con el alcohol.

Su abuelo no estaba contento, quería una explicación.

—Empieza a hablar.

Maldijo, una vena estaba saliendo de la frente de su abuelo.

—En resumen, Olivia Maxwell no supo lo que estaba pasando hasta ayer por la mañana y tuvo una gran pelea con su esposo, él fue quien ayudó a su suegro a contactar al tipo filipino y va recibir una gran bonificación por la venta, Olivia se siente traicionada, lleva años esperando por el puesto de CEO de la empresa —contó Nina—la cosa es que Elaine vio como su papá golpeaba a su mamá y estaba inconsolable, me llamó para salir, y empezó a confesar cuando llegamos al tequila.

—¿Qué tan seguro estás de que no estaba imaginando cosas? —preguntó Gerri.

Nina buscó en su bolso y saco un teléfono celular, lo abrió y reprodujo un video tembloroso.

—... ¡Deja de joder esto Olivia! ¡El trato con Pascal es un hecho!

Gritos hicieron eco en el fondo.

—¡Oh dios mío! ¡Déjala ir! —suplicó Elaine— Oh dios, Oh dios.

Era un video caotico, lleno de discusiones y gritos, pero con el contexto de Nina, los hechos estaban claros, había una oferta entre las sombras.