Matias estaba sentado en la cama de Valentín. era viernes a la noche, y una vez más habían acordado ir a ver la banda de alejo.
-¿eh? ¿por qué? - Valentin se estaba peinando, mirándose al espejo cuando su amigo pronunció aquellas tres palabras, las primeras en al menos diez minutos.
- me da vergüenza - admitió el castaño mientras se arrancaba la piel de las uñas, uno de sus varios tics nerviosos.
- vergüenza hay que tener de robar, mati. Dijo el colorado.
- no seas pajero - murmuró y se levantó de la cama - bueno, vamos entonces. y no te burles de mi cuando me ponga nervioso - dicho esto comenzó a caminar en dirección a la salida de la habitación y Valen lo siguió.
- sí señor.
(...)
Mati se había ganado un besito por ir.
cuando llegaron al lugar y se sentaron en la misma mesa que la vez anterior, alejo se acercó a ellos y saludó a Matias con un leve beso en la comisura de los labios. Matias parecía muerto de la vergüenza y a punto de perder la consciencia, pero alejo lo tomó como algo natural y su actitud seguía siendo la misma de siempre, nada más que irradiaba el triple de felicidad y sus sonrisas se multiplicaron porsus sonrisas se multiplicaron por mil.
Agustín se había acercado a saludar también, primero a Matias y tras plantar dos besos en la mejilla de Valentín, le dijo al oído:
- hola, colito.
- no te voy a dar mi instagram - se burló el colorado al recordar la corta conversación aue tuvieron el viernes anterior.
- no importa - sonrió con malicia el morocho - se lo pido a mi vieja.
Valentin recordó que se seguía mutuamente con todas sus compañeras de cerámica en instagram (menos con silvia, que era muy grande para entender de esas cosas) y se quiso morir.
- que invasivo - le siguió el juego y el otro se encogió de hombros.
- yo le digo mentalidad de tiburón - dijo antes de guiñarle un ojo y dirigirse al escenario.
aquella noche tocaron canciones de una banda que valen y mati no conocían, así que lo escucharon como música de fondo mientras hablaban animadamente sobre sus vidas, mientras cada uno miraba de vez en cuando (literalmente cada dos segundos) a los chicos sobre el escenario.
cuando terminaron de tocar, ya entradas las dos de la mañana, cumplieron el mismo ritual de cada semana en el que mati y alejo hablaban entre sí embobados y Valen miraba a Agustín desarmar su batería mientras hablaban de trivialidades.
cuando Agustín alzó dos de los tambores y estuvo a punto de pedirle a Valentin su ayuda, vio como este último estaba a puntode ser interceptado por matias.
- valen - el colorado escuchó como mati susurraba en su oreja, sobresaltandolo. estaba de espaldas y no lo había visto llegar. se dio vuelta y vio a un Matias sonriente - ¿te jode si me vuelvo con Alejo?
- apa, regalada - se burló y Matias frunció el ceño para luego pegarle una cachetada suave - no mati, todo bien. tengo plata para el taxi, vos anda.
- gracias - dijo el castaño sonriendo, se dio vuelta y caminó hacia alejo que lo estaba esperando.
- ¡ojo con lo que hacen! ¡y cuídense! - gritó valen hacia la parejita y, mientras Agustín largaba una carcajada, matias se sonrojaba y le gritaba barbaridades.
al ver a Agustín a unos metros de él dirigiéndose al depósito, tomó las pocas cosas que quedaban por guardar y lo siguió. cuando llegó allí, Agustín estaba saliendo.
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🪩DE MALA MUERTE| Barco×Giay|
Fanfictiontodos los fin de semana Agustín toca la batería en una banda junto a sus compañeros de clase. Valentin es arrastrado a un antro de mala muerte, donde toca una banda de mala muerte. (ficción. nada tiene que ver con la realidad)