Eran solo un par de solistas de una gran empresa, ambos siendo los pilares de esta misma, siendo así que ni se rozaban. I.N elogiado por su belleza, su vocal y por como es con sus fans. J.One es elogiado por su personalidad, creaciones y destreza en...
La música estaba sonando por el parlante acompañada de los jadeos de cansancio por parte del solista, el coreógrafo observaba al chico hacer dichos pasos hasta que decidió que era momento de parar. Yang Jeongin estaba todo sudado y le costaba bastante volver a tener una respiración regulada, el coreógrafo no era bastante exigente pero él se autoexige para traer lo más rápido posible su regreso tan esperado, después de unos meses de descanso que tuvo gracias a una lesión en su rodilla. Hwang detuvo la música para ver cómo el menor caía sobre el suelo de la sala de prácticas, masajeando su rodilla anteriormente operada.
—Jeongin, ya es suficiente —suspiro colocando algo caliente sobre la rodilla del menor.
—Hyung, debo apresurarme, o si no, no tendré mi comeback a finales de invierno —jadeo apoyándose con sus brazos para no caer acostado.
—Niño piensa en tu salud —regaño.
—No Hyung, pienso en el nuevo solista que goza de quitarme todo, Seungmin aprovechó para tomar todas las canciones de Chan en mi ausencia —protesto limpiando el sudor con una mano de su frente.
—Changbin Hyung también hace canciones de tu estilo, de hecho son un poco más movidas, está canción que estás bailando la hizo él, puedes hablar con Hyung para que sea tu próximo productor y compositor, aprovecha antes de que llegue alguien más y te lo quite —se levantó para ver su celular que no dejaba de sonar —. Debo irme, los coreógrafos tenemos una reunión. Cuídate, pasado mañana nos volvemos a ver y ten cuidado con tu rodilla.
Una vez que el mayor salió de la sala de ensayos, Yang cayó rendido en el suelo, colocó su brazo en su frente tratando de regular su respiración. Amaba a su Hyung HyunJin, era bastante comprensible y cuidadoso con las coreografías desde su operación, pero eso no quitaba que las coreografías sean bastantes llamativas y elogiadas por los internautas.
Solo tuvo unos segundos de paz, hasta que sintió como la puerta era abierta y cerrada sobre las misma. Unos pasos se oían acercarse a él, no le tomó importancia, estaba muy cansado como para querer saber de quién trataba. Y se percató de quien era una vez que sintió un peso ganarse sobre él, la fragancia ya reconocida por el castaño se coló por su nariz, era nada más ni nada menos que Han Jisung. Hace meses que no habían hablado frente a frente por la agenda ocupada del mayor, desde tener un tour por Asia hasta incluso estar con las promociones de su reciente full album. Jeongin solo estuvo en su departamento esperando pacientemente un mensaje por parte de Han, pero nada.
—Enterarme por el mensaje que dio la empresa mediante sus redes que estabas en hiatus, no fue bonito Yang —exclamó sacando el brazo del menor de su rostro.
—No tiene importancia Hyung, ya estoy mejor.
—¿Seguro? ¿o solo adelantaste tu regreso por el chico nuevo? —alzó una ceja, siendo inmediatamente sacado sobre el menor. Había dado en el clavo —. ¿Es enserio Yang? Ni te has recuperado al cien, y estás acá ¿por eso?
La mirada de Jisung seguía todos los movimientos del menor, desde que se levantó del suelo con una mueca de dolor hasta que se acercó al sofá que había en la sala para tomar una toalla de manos que hacía allí.
—No lo entenderias.
Han soltó una carcajada irónica.
—Soy el primer maldito idol de esta empresa, es obvio que iba a tener mayor competencia con todos los siguiente grupos y solistas que estaban pensando en salir… pero no por eso iba a perjudicar mi salud.
—El burro hablando de orejas —bufó rodando los ojos —. Sabes, mejor no hablemos de eso. Estuve un mes sin saber nada de ti excepto por tus redes sociales, y lo primero que quieres, es regañarme —saco la transpiración con la ayuda de la toalla.
—Estaba ocupado, es todo. No tenía tiempo para dejar un mensaje o para llamarte.
Han abrazó por la espalda al menor, besando el cuello de este a pesar de que estuviera con sudor. Jeongin se giró, dándole una mirada de “No es momento ni el lugar.” y lo separó.
—Cerré con llave, nadie nos va a venir a molestar —volvió a acercarse besando está vez la mejilla hasta los labios del menor —. Por favor… desde que comenzamos a salir, no he estado con nadie más que no seas tu.
—¿Acaso quieres un premio por eso? —burló al mayor por la insistencia que este tenía.
—O ¿no quieres ver lo que hice? Quizás, yo sí tenga un premio para ti.
El castaño alzó una ceja, ¿De qué diablos está hablando Han? Observó el lugar, no habían cámaras grabando su preparación del regreso, y las salas de prácticas por la privacidad de los idols no tenían cámaras instaladas. Tal vez la curiosidad lo estaba consumiendo poco a poco, pero le gustaba jugar con la paciencia del chico con mejillas regordetas.
—Debo ir a ducharme, tal vez para la próxima.
Jisung hizo que Jeongin cayera sentado en un solo movimiento en el sofá, así ganándose a horcajadas en él, besándolo sin dejarle decir algo. Han extrañaba estar así con su menor, antes de su tour por Asia su agenda ya estaba a tope de promociones o programas, casi ni tuvo tiempo de pasar con Jeongin. Cosa que hacía aumentar su frustración por querer pasar solo un minuto con su chico o más bien su frustración sexual. Antes de conocer a ese niño, él tenía encuentros casuales con cualquier persona de la empresa o de su propio staff, pero ahora no.
Las grandes manos del menor se colocaron debajo de la camisa de cuadros del mayor, un pésimo estilo del que estaba obsesionado desde hace unos meses. El castaño ahogó un gemido al sentir su labio ser mordido, al parecer su Hyung no quería desperdiciar ese poco tiempo que tenían antes de que alguien los vaya a interrumpir. Yang empezó a desabrochar la camisa del mayor botón por botón, sintiendo los besos que este repartía por su cuello. Mientras seguía con su trabajo de sacar la camisa, algo en el pectoral del mayor le llamó la atención, al sacarlo por completo se llevó la sorpresa de ver a su mayor con un par de tatuajes.
—sin comentarios —logró articular después de un silencio.
El pelinegro solo río, siguiendo con los besos por el cuello pálido gimiendo cuando uno de sus pezones había sido mordido. Las manos del menor se dirigieron a los pantalones del pelinegro para desabrochar y empezar a jugar con la cordura de Han. Mirando al frente de él, se encontró con una imagen que lo excitó aún más, la ejercitada espalda del mayor era reflejada por el espejo frente a él.
[...]
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