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O R I G E N E S

La conexión que compartimos puede ofrecemos una perspectiva única sobre nuestras vidas presentes.

||POV (____)||

La noche anterior fue increíble.
Había un aura de misterio en el aire, y Muzan me susurró historias de su vida, mientras nuestras risas se mezclaban con el viento nocturno. Su mirada, intensa y profunda, me hacía sentir única y especial.

Luego, caminamos por los senderos de un parque, la brisa fresca acariciando nuestros rostros. Cuando llegó el momento de despedirnos, sus labios fríos me robaron un beso apasionado bajo el cielo estrellado.

Sin embargo, ahora era un dia nuevo. El sol brillaba en un cielo despejado cuando me desperté temprano. Desayuné con calma mientras disfrutaba de una taza de café aromático. Luego, salí a dar un paseo por los patios, donde el aire fresco y el canto de los pájaros me llenaron de energía.

Mientras caminaba por los patios, acariciaba el mango de mi katana, una sensación única y poderosa se apoderaba de mí. La madera lisa y pulida bajo mis dedos, junto con la fría y firme presencia del acero de la hoja... El peso y la forma de la katana encajan perfectamente en mi mano, y sabía que esta herramienta no solo representa potencia, sino también responsabilidad.

A medida que iba avanzando, me encontré con Tokito, con una expresión tranquila y seria en el rostro, como siempre. Sus ojos se encontraron con los míos, y su voz calmada rompió el silencio.

─Oye Shinazugawa, necesito tu ayuda─ dijo Tokito, agitando sus manos para que me acercara.

─De hecho no soy Shin...─ dije acercándome a él, pensando que nuevamente había olvidado mi apellido hasta que repase bien sus palabras. ─Oh olvídalo, sí soy Shinazugawa. Lo siento, es la costumbre.

Tokito me miró extrañado, pero luego asintió y siguió hablando. ─Tienes que acompañarme al pueblo.

Lo miré confundida. ─¿Por qué?─ cuestioné. ─¿Qué harás?

─Quiero comprar unas cosas que no tengo aquí─ contestó.  ─Le pedí a la mujer mariposa que me acompañara, pero esta ocupada y no me he topado con los otros, por eso te lo pido a ti. No quiero ir solo.

─Bueno, no tengo problema con eso, vayamos juntos─ le contesté encogiéndome de hombros.

Luego, nos pusimos en marcha para ir al pueblo, llegando a un bosque cercano ya que era un atajo para llegar más rápido.

El sol se alzaba con fuerza en el cielo, despertando los colores del bosque a nuestro alrededor. Tokito y yo comenzamos nuestra caminata desde el borde del denso bosque. Me sentía con la emoción de la aventura palpable en el aire. El sendero serpenteaba a través de altos árboles cuyas hojas susurraban al viento. El suelo crujía bajo nuestros pies, cubierto de una alfombra de hojas secas y musgo suave.

Los rayos del sol filtraban a través de las hojas, creando un mágico juego de luces y sombras en nuestro camino. El canto de los pájaros llenaba el aire con melodías alegres, y el perfume de la vegetación fresca inundaba nuestros sentidos. En cada curva del sendero, veíamos nuevas maravillas naturales: arroyos cristalinos que cruzábamos sobre piedras pulidas por el agua, y troncos de árboles caídos que habían sido devorados por la vida en descomposición.

𝐀𝐃𝐕𝐄𝐍𝐓𝐔𝐑𝐄 | MuzanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora