IRRESISTIBLE (Elizabeth Olsen Fanfic)

~Propuestas~

Pov Lizzie

Ha escuchado atentamente cada palabra que he dicho.

Su mirada es un total signo de interrogación, no muestra sorpresa, no muestra nada, su rostro está totalmente inexpresivo.

No tengo ni puta idea de cómo definirlo.

- Necesito que me digas algo... lo que sea - pido de pie frente a ella - necesito saber que es lo que pasa por tu mente, insultame si quieres, pero di algo por favor - suplico

Me estoy muriendo por dentro.

Necesito que me diga cualquier cosa, incluso si me odia.

Por supuesto que debe odiarme.

La observo quitarse el saco de su traje y dejarlo en la silla principal frente a su escritorio, seguidamente dar algunos pasos para sentarse en el enorme sofá que hay en su despacho, una vez en el, me señala para que me siente a su lado, cosa que no dudo ni un segundo en hacer.

De forma inesperada, entrelaza cariñosamente sus manos con las mías y las coloca en sus piernas, mientras suelta un fuerte y largo suspiro.

- Lo último que haría es ser una idiota contigo Elizabeth, no voy a insultarte, y mucho menos se te ocurra pensar que te odio - era como si leyera mi mente - yo... Ahora lo único que quiero es matar al imbécil de tu ex novio.

Su mirada transmitía totalmente lo contrario a sus manos, era muy fría, intensa, mientras que su toque, era el más cálido que había recibido en la vida por alguien que no fuera mi familia.

Caigo en cuenta que el motivo de la oscuridad en sus ojos verdosos no soy yo.

No es por mí, no es por mi embarazo.

- Pidemelo y con una sola llamada lo acabo - ella de verdad estaba hablando en serio.

- Alessia, no podría pedirte eso nunca.

- ¿Por qué no? - me mira fijamente - es poco para lo que merece después de negarle la oportunidad a ese bebé de crecer junto a su padre - gruñe enfadada

- Creeme, no lo hago por él, lo hago por mi bebé y por supuesto también por tí mi amor, jamás te pondría en esta situación

- Y no lo haces, yo me estoy ofreciendo - tomé su mejilla

El que ella no estuviera cuestionando o juzgando mi embarazo me daba esperanzas.

Tardé dos semanas tejiendo en mi cabeza las palabras que le diría, dos semanas en las que tuve que adicionar la palabra "dormir" a mi lista de tareas difíciles.

- Por más que me joda no puedo obligarlo a que se quede

- No puedes criarlo solo tú.

- ¿No me crees capaz? - la miro sorprendida alejándome

- No, no me malinterpretes - trata de disculparse - eres una mujer capaz de lograr todo lo que se propone Elizabeth, y esta no será la excepción, a lo que me refiero es que... esto es responsabilidad de ambos, no puede esfumarse así sin más

- Pues lo hizo y es mejor así

Su mirada se suavizó tomándome de las manos de nuevo

- Yo nunca podría rechazar algo que venga de tí - coloca delicadamente su mano en mi vientre y empieza a acariciarme

Está tomando las cosas con mucha tranquilidad.

Ella...

- ¿Hace cuánto lo sabes? - da una sonrisa leve sin mirarme.