♡ : CAPÍTULO V

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Karina miraba con recelo a la omega de largas y delgadas piernas que se encontraba sobre su padre, el alfa que más odiaba en su corta vida.

No la culpen, él es el culpable de que su bonito papá omega llorara todas las
noches.

Ella aún lo recuerda, desde que sus padres se separaron, su papá Jeongin lloraba todas las noches y ella junto a su hermana lo vieron con sus propios ojos.

Karina recuerda que esa noche ella se había despertado por Haerin, la cual la levantó diciendo que escuchaba ruidos de la pieza de su papá y ellas sin dudarlo mucho se fueron a ver qué pasaba, entonces ahí lo vieron, su bonito papá estaba tirado en la cama, solo, llorando mientras escondía su carita bonita en la almohada.

Le dolió, le dolió mucho, la pequeña pelinegra sintió a su lobito inquieto, moviéndose en su interior mientras le rogaba que fuera a consolar al omega.

Karina recuerda que esa noche que lo encontró llorando fue dos días después de que su padre alfa que haya ido, no sabía la razón en su momento, pero no tardó mucho en saberlo, al otro día el omega les había dicho que ellos habían decidido separarse, que el alfa encontró un nuevo amor.

Karina y Haerin odiaban a aquel alfa, lo odiaban por hacer llorar a su bonito papi, porque no, esa no fue la única noche, por el resto de dos largos meses, Haerin y Karina fueron testigos de cómo su papá lloraba a mares mientras ellas lo abrazaban tratando de consolarlo, tratando de al menos hacerlo sonreír, porque Jeongin tampoco sonreía, su sonrisa se había ido con aquel alfa que decidió abandonarlo.

Pero luego un día todo cambió, un día su padre llegó del trabajo con una bonita sonrisa y una flor en sus manos.

Esa misma noche Karina y Haerin fueron a la habitación de su papá como era costumbre, pero para su sorpresa su papá no estaba llorando, él estaba mirando sonriente aquella bonita flor y cuando ambas preguntaron emocionadas, él les dijo que un alfa se la había dado.

Al principió ellas tuvieron miedo y estaban alerta, tenían miedo de que aquel nuevo alfa lastime a su papi, pero al pasar el tiempo y ver como su bonito papá llegaba cada vez más alegre y con más regalos tanto suyos como para ellas y sus hermanas, ambas decidieron confiar en aquel alfa que todavía no conocían.

Pero con su papá alfa era distinto, aquel alfa no estaba con sólo un omega.

Las cuatro niñas y el pequeño cachorro iban a visitar a su padre los fines de semanas, dos días en la que se la pasaban encerradas en una habitación cuidando del pequeño Jungwon mientras su padre pasaba tiempo con un o una omega distinta en la sala.

Era siempre lo mismo, todos los malditos sábados su padre estaba con un nuevo omega, a veces un chico o a veces una chica, pero sin falta, cada sábado él estaba ahí, besándose con alguien que ellas ni siquiera conocían.

Estaba molesta, muy molesta, tanto con su padre como con Yuna, ¿por qué con Yuna?, porque ella hizo llorar a su papá omega rechazando al alfa que hacía sonreír al omega, mientras su padre alfa puede estar con quien quiera y ella no dice nada, ni una palabra.

Por al contrario a Yuna, ellas sí intentaron separar a aquellos omegas de su padre, pero lo dejaron al darse cuenta de que aquellos que venían sólo lo hacían por ese día, más nunca más volvían a verlos.

—¿Qué haces aquí? —La chillona y molesta voz de la omega la hizo fruncir el ceño y mirarla molesta— ¿Qué? —Karina gruñó. — ¡No me gruñas! ¿Qué clase de educación te da tu padre omega? Ya veo porque Youngjae oppa lo dejó.

Oh no, ella no dijo eso.

—¡Él lo dejó porque es un tonto!

La omega se mostró sorprendida.—¿Acabas de llamar tonto a tu propio padre?

Sí, claro que acaba de hacerlo, es decir, ¿qué clase de alfa deja a un omega tan bonito como su padre? claro, sólo uno tonto.

—Karina, Haerin, ¿qué hacen? —La voz de su padre sólo la hizo molestar más.

Sin decir más palabra e ignorando olímpicamente a su padre, se dio media vuelta y se volvió a su habitación, tenía cosas más importante que hacer, como cuidar a su hermanito bonito.

Papá alfa ❁ HyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora