♡ : CAPÍTULO XIV

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Yuna observaba fijamente cada movimiento del alfa. No es que a ella no le agrade Hyunjin, el alfa era muy amable según la alfita, pero tenía miedo, sabía que sus hermanas y hasta Jungwon amaban al alfa, sabía que Hyunjin era la nueva imagen de papá alfa en su pequeña familia, pero ella no quería, ella no quería dejar de lado a su padre, porque por más que Youngjae lo haya arruinado, él seguía siendo su padre, aquel alfa había cambiado, sí, pero Yuna fue testigo de las noches donde Youngjae lloraba, Yuna fue testigo de lo arrepentido que su padre estaba, y no, no iba a perdonarlo por abandonar a su papá Jeongin y hacerlo sufrir, pero tampoco podía odiarlo, ella no podía odiar al hombre que le dio la vida, todos cometen errores y Youngjae seguía cometiéndolos, pero ella no iba a darle la espalda.

Por eso, por esa misma razón era que ella estaba ahí, sonriendo al alfa rubio, el cual le terminó de poner el gorrito de lana a Jungwon para luego tomarlo en sus brazos.

Estaba ansiosa, ella la pasaba bien con Hyunjin, pero hoy era sábado por la tarde y ella junto a sus hermanas irían a visitar a su padre alfa.

—Bien, ¿ya están listas?, Jungwon y yo estamos bien preparados.

Normalmente Youngjae iba a buscarlas todas las mañanas, pero este sábado no pudo y Yuna lo entendió, se dijo que probablemente tenía cosas que hacer, que tenía trabajo y por eso no pudo ir a buscarlas.

Aunque Youngjae tampoco apareció en la tarde y Jeongin tuvo que ir al trabajo, siendo Hyunjin el que las cuidara, hasta que claro, Yuna se puso triste por no ver a su padre y entonces Hyunjin se ofreció a llevarlas hasta el departamento de su padre, idea que fue aceptada por Jeongin.

—¿Papá estará ocupado? —Wonyoung preguntó, mirando desde el interior del auto el edificio donde su padre vivía.

Hyunjin había entrado al edificio hace unos minutos junto a Jungwon, sólo para preguntar si Youngjae se encontraba, aunque según las niñas, él estaba tardando mucho.

Pero para cuando el alfa volvió, ellas no entraron al edificio y Hyunjin tampoco las dejo salir del auto.

—¿Sucedió algo, oppa?

La pregunta de Karina hizo tensar al mayor.

—Va-vamos a volver a casa, tomaremos chocolatada caliente y veremos una película, ¿querían ver buscando a Dory, ¿verdad?, entonces lo veremos.

Yuna frunció el ceño, negando rápidamente.

—No, nosotras queremos ver a nuestro padre.

El lobo de Hyunjin gruñó, no estaba molesto con ella, estaba molesto con Youngjae, ese alfa tonto.

—Él ahora está muy ocupado, ¿ustedes no quieren molestar a su padre, ¿verdad?, él tiene mucho trabajo, él les manda muchos besos.

Y entonces Karina pareció sospechar, pues ella fue la primera en asentir mientras dejaba al alfa conducir de nuevo hacia el departamento.


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Jeongin estaba furioso, no, él estaba más que furioso, pues al llegar al departamento de su alfa no se esperó encontrarse con dos de sus hijas extremadamente triste, otras dos confundidas, exigiendo respuestas y mucho menos esperó que Hyunjin lo recibiera con un puchero que además de ser tierno, demostraba molestia y enojo.

Pero cuando el omega le preguntó qué sucedía, su respuesta no le gustó y mucho menos le gustaba lo que Youngjae le estaba diciendo en aquella llamada.

—No puedes simplemente irte Youngjae, tienes cuatro hijas y un cachorro.

—Puedes cuidar de ellas.

—Ellas quieren verte.

—¿Para qué?, ya tienen un padre alfa ahí.

Gruñendo, Jeongin golpeó la almohada a su lado.

—Son tus hijas, ellas quieren verte a ti, ¡maldición Youngjae!, pensé que habías madurado, pensé que lo habías entendido.

—Es mi vida Jeongin, yo decido qué hacer con ella y ahora necesito ser feliz.

—¿Te das cuenta de que estás cometiendo el mismo error? Vas a perderlas, Youngjae, esta vez no te perdonarán, las vas a lastimar aún más.

—No lo entiendes —susurro —Estoy feliz aquí, ella me hace feliz.

—No tenías que irte.

—Ella no puede quedarse en Corea, ella viaja y yo como buen alfa tengo que acompañarla.

—Antes de alfa eres padre.

El silencio reinó por unos largos minutos, minutos donde Hyunjin acariciaba las piernas del omega, claramente con la intención de calmarlo.

—Antes de padre fui alfa.

—Eres… —cerró los ojos y respiró. No iba a insultarlo, él no era esa clase de omega, él odiaba los insultos —Luego no vuelvas —dijo al fin —No quiero que vuelvas a pedir disculpas como la última vez, yo no quiero volver a verte y si luego de esto mis cachorros tampoco quieren verte, tú no vendrás, no tienes el derecho, no si eliges a una omega por sobre tus hijas.

—Entiendo.

Y la llamada terminó, dejando a un omega herido siendo consolado por su alfa.

—¿Cómo se los diré? —susurró, con su rostro escondido en el cuello del menor—Ellas no lo soportarán.

Hyunjin acarició su cabello y espalda, mirando fijamente la pared delante suyo, tratando de no romper en lágrimas. Él tenía que ser fuerte, él necesitaba cuidar y consolar al omega.

—Estoy aquí —susurró.—Lo haremos juntos, ambos se lo diremos y yo estaré con ellas para cuidarlas, no voy a abandonarlos.

Y Jeongin amó mucho más a aquél alfa de bonita sonrisa.

Su alfa.

Papá alfa ❁ HyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora