† Diavlo: Taehyung's Demon -KookV

† Diavlo: (V)

Aunque parezca mentira, Taehyung logró incorporarse en un grupo de amigos. Lo vieron sentado solo en un banco sin saber a dónde mirar y lo invitaron a venir.

Todos fueron agradables con él, pero el que más, fue uno llamado Jimin. Le hacía compañía en todo momento. Es el más cercano a él de todos ellos. Pero si era sincero, se sentía excluido. Se sentía pequeño. Todos ellos ya se conocían y no tenían vergüenza, pero él no lo hacía, y se sentía distante.

Entonces recordó que Jungkook debe estar encerrado en la habitación deseando poder salir algún día.

—Tae, ¿dónde vas?

—Lo siento Jimin, me tengo que ir pronto, olvidé que mi madre necesita ayuda con las compras... —tomó su mochila y se despidió.

Corría a su casa preguntándose si Jungkook ahora mismo debe estar sintiéndose solo. Llegó a casa mucho antes de lo que esperaba.

Abrió la puerta de su habitación y efectivamente, ahí estaba Jungkook, repitiendo la misma acción que el día anterior. Miraba blogs de familias.

No podía evitar sentir pena por él. Él jamás llevó la vida que deseó.

—Deseo que Jungkook tenga una vida de adolescente normal... —murmuró antes de dejar su mochila en el suelo y avanzar hasta él.

Se sentó en su regazo sin previo aviso.

—Tae-

—Hágamoslo. Hágamoslo ahora. —acercaba sus labios a los suyos y colocaba sus manos detrás de su cuello. Jungkook lo observaba con la boca entre abierta hasta que se besaron.

—Pensé que no querías hacerlo en otro lugar que no sea la cama... —le quitó la camiseta.

—He cambiado de opinión sólo para complacerte. —sonrió.

—Así me gusta —lo tumbó con cautela y estiró su pantalón y ropa interior—. Pensando en los demás, eh.

—Quiero que lo hagas suave... —dijo gimiendo al sentir sus dedos llegando a lo más profundo de él.

—¿Por qué?

—Quiero sentirte bien, tonto. —golpeó su cabeza haciendo una mueca.

—Deseo concedido, bebé. Me centraré en cada simple cosa que te haga, y te haré sentir jodidamente bien... —cuando metía sus dedos, los abría repetidas veces, simulando tijeras en su interior. Luego, comenzó a pasar la lengua por su miembro.

—Aah...~ Jungkook...~ —rodó los ojos y pasó la mano por su espalda a medida que siseaba entre dientes sumergido en placer.

—Por más tiempo que pase, jamás dejarás de estar suave y caliente ahí abajo.

—E-es- Hnngh...~ Culpa tuya. ¡Oh! ¡D-despacio! —cerró las piernas tratando de detenerlo.

—No me eches la culpa a mí, bebé —se detuvo en seco y salió de él inmediatamente, haciendo que se queje como un niño—. Si tan solo no te vieras tan atractivo y tan follable, yo no tendría ganas de llenarte el culo.

—¿Entonces sólo me quieres por mi apariencia...? —formó un puchero y sus grandes orbes se posaron en él.

—No es así... —besó su pecho—. Solamente estoy diciendo que me tientas. Cada parte de ti es perfecta, y tú también. Así que, no pienses eso otra vez, te lo prohíbo.

—Aah...~ D-des-

—¿Despacio? Grítame otra cosa, como: dame más duro, o-

—¡OOH, JUNGKOOK, AHÍ! —arañó su pecho sumergido en placer perdiendo la cordura en cuestión de segundos.

El pelinegro metió su pene hasta el fondo y se quedó quieto. Y es que Taehyung no pudo gemir más.

—Sí, algo así me sirve. Me conformaré.

—Ah, ah...~

Embestía con rudeza y hacía que vea el paraíso con cada estocada. Se sentía demasiado bien como lo hacía sentir vacío para después llenarlo con su pene venoso empapado de líquido pre-seminal.

El pelinegro gimió cuando al llegar al final este comprimió sus paredes, apretando su miembro. Presionó su cuello y unió sus labios en un beso sucio. Al crear distancia entre ellos, el menor empezó a jadear tratando de recuperar aire. Era demasiado excitante para él ser ahorcado.

—Voy a joderte el culo... —mordió fuertemente su pezón hasta hacerlo llorar de dolor mientras no podía dejar de sentir placer.

Realmente le estaba jodiendo el culo, porque su entrada estaba roja. El castaño no podía amar la sensación más de lo que ya hacía.

Entonces decidió empezar una tortura placentera. Solamente metía y sacaba su glande sin dejar de tocar su pene.

—¿Puedes seguir, cariño? —lo sentía flácido entre sus manos—. Ahora hagámoslo despacio. —dijo cargando al menor para sentarlo en su regazo. Entrelazó una mano con la suya y con la otra sostuvo su cintura. Formaron una especie de abrazo.

—Ah, ah...~ J-Jungkook, s-se siente demasiado bien. Creo que me voy a desmayar. —puso los ojos en blanco.

Empezaron a besarse placenteramente, disfrutando del roce de sus lenguas, de la sensación. Por más aire que les faltaba, no quisieron dejar de besarse.

Fue Jungkook quien alejó al menor para besar su cuello y dejar uno que otro chupetón por ahí. El hecho de que tenga colmillos hacía la mordida más dolorosa.

Los gemidos del pelinegro empezaron a sincronizarse con los de Taehyung. Cada vez eran más agudos y rápidos.

—¡Jungkook! ¡OOH! —encontró un espacio en su cuello, el cual no dudó en besar por primera vez.

«Haz lo que quieras con mi cuerpo... Rómpeme, por favor...» pensaba. Se había vuelto en lo que es conocido como 'loco del placer'.

—No sólo haré lo que quiera contigo —estiró su cabello, haciendo que le arda la cabeza —, sino que voy a destrozarte. Voy a hacer que cada parte de tu cuerpo queme, y que recuerdes todo lo que te he hecho. —pegó sus labios a su botón, empezando a absorber.

—Ah, ah, ah...~

—Mierda, voy a correrme... Mmgh...~ —subió la velocidad de las penetraciones.

—Bésame... Bésame, por favor.

«Bésame por última vez.»

—Taehyung... ¿qué estás diciendo? —fijó su mirada en él con confusión.

—Jungkook, lo siento... L-lo siento tanto. —no pudo evitar taparse la boca y cerrar los ojos.

Sintió los fluidos del pelinegro llenarlo mientras se quedaba atónito, sin aliento.

La figura de Jungkook cada vez iba siendo más transparente.

—Te quiero...

Lo vió sonreír antes de convertirse en polvo y desaparecer gradualmente. Dejó de sentir sus manos en su cintura y su cuerpo pegado al suyo.

—Volveremos a encontrarnos...

Dejó de notar la presencia de Jungkook.