† Diavlo: (III)

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Taehyung llegó a su casa cansado, sintiendo sus piernas pesar. Aquellos chicos aquel día no vinieron, así que para él fue un alivio.

Saludó a su madre y pasó a su habitación.

—Taehyung, ¿quieres levitar?

—¡¿Me vas a hacer volar?! —una sonrisa apareció en su rostro. El pelinegro no quería ser quien la esfumase.

—Nunca he dicho eso, tonto...

—¡Tú solo haz ya lo que quieras hacer y deja de molestarme tanto! —se quejó.

—Voy... —juntó dos dedos y los apuntó a Taehyung. Lentamente su cuerpo se iba elevando hasta el techo. Su emoción y sorpresa no podía ser más.

—¡Woah! ¡Jungkook! ¡Mira!

—Yo también puedo volar... —sus pies dejaron de tocar el suelo. De inmediato dejó de apuntar al castaño con los dedos. Antes de poder gritar del susto, fue atrapado por los brazos del diablo—. Jamás te dejaría caer...

—¡Se ha sentido increíble! ¡Vuélvelo a-

—Taehyung, hijo, ¿con quién hablas?

Los rostros de los dos expresaron preocupación. Se miraron y luego miraron hacia abajo para darse cuenta de que no estaban en el suelo y que la madre de Taehyung había abierto la puerta.

—Dios mío-

—D-deseo... ¡Deseo que mi madre siga en el trabajo! —apenas tenía aliento.

—Deseo concedido —espetó Jungkook de inmediato—. Imagínate ver a tu hijo flotando y hablando solo.

—¡No estoy hablando solo! —hizo berrinche observándolo con molestia.

—Lo sé, pero a ojos de ella sí. Ella no me puede ver... No olvides eso —chasqueó los dedos—. Ahora estamos desnudos, y también flotando.

—Jungkook, tú maldito diablo, bájame. ¡No pienso hacerlo flotando! ¡¿Qué hago si me caigo?!

—Llorar.

La mirada llena de molestia del humano lo hizo bajarlos a los dos de inmediato y dirigirse a la cama.

—Hay que hacerlo rápido, antes de que el deseo se deshaga. —dijo mientras acomodaba al menor en su regazo y alineaba su miembro.

—¡Espera un momento! ¡Aún no has- ¡AAH! —chilló adolorido y empezó a lloriquear.

—Lo siento, lo siento, lo siento. —empezó a decirle repetidas veces mientras lo abrazaba y plantaba besos por todo su rostro.

Después de haber dilatado su entrada rápidamente, metió su miembro. En el momento de espera, besaba el cuello del menor y acariciaba desde su nuca hasta su espalda baja, apreciando su anatomía.

—Eres bellísimo, sabes. —besó su pecho.

Taehyung se puso nervioso y simplemente empezó a moverse. Cada vez que se movía, el pene de Jungkook rozaba su próstata.

—Ah, ah...~ Ughh...~ J-Jungkook...~

—Sigue saltando, angelito. Montas mi polla tan bien... —sujetó sus nalgas y las apretó duramente antes de empezar a moverlo con brusquedad.

—¡A-AAH!

—Oh, Taehyung. —tomó su pezón entre sus dientes y lo mordió sin piedad, sacándole chillidos de dolor que extrañamente lo hacían sentir placer.

Sostuvo la cintura del menor y salió de él.

Tumbó a Taehyung sobre la cama y empezó a lamer su pene. Este arqueó la espalda lentamente. Jamás imaginó que el demonio haría algo como eso.

† Diavlo: Taehyung's Demon -KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora