La Princesa de Ravenclaw

Capítulo 13

Me levante a las seis y media de la mañana, aún tenía tiempo por lo que aproveche a mirar los rayos de sol que entraban por la ventana de mi habitación privada. Gran forma de no llamar la atención no creen?

Primero se les ocurre llamarme por mi nombre completo

Segundo el sobrero parlante me anuncia como "Princesa de Ravenclaw"

Y tercero, me dan un cuarto privado.

No es que me quejé, pero si me quejó. No se, ni yo me entiendo.

Luego de pensar en eso tomé fuerza, me levante bañe y pueze el uniforme.

Es lindo y tiene mis colores favoritos.
Después me peiné en una coleta media con mechones de mi pelo lacio abeces con pequeñas ondas y negro sueltos. La coleta me llega hasta la cintura porque tengo el pelo muy largro. Y por último no puede faltar mi tiara.

Me la quedo viendo unos minutos, me doy cuenta que es demaciado ostentosa por lo que, con un simple hechizo de transfiguración qué leí en algún lado la transformó en una peineta qué colocó en mi coleta.

Todo listo, tomo mis libros y me dirigo al gran comedor. Al entrar todos se me quedan viendo pero siento una mirada particularmente interesa, me giro sutil y veo al profesor de pociones. Que le pasa conmigo? Dejo de darle importancia, me dirijo a mi mesa y comienzo a desayunar.

Luego de un rato llega el correo y sobre mi caen seis cartas. Cinco de ellas son de ministros extranjeros. Ruedo los ojos cansada y pongo mi atención en la sexta.

Mi estimada Princesa

Confío que su llegada al colegio fue placentera. No obstante, me enteré que fue selecciónada en la casa de su madre, no me sorprende tiene sus cualidades.

Espero sepas que sin importar la casa que quede sigue siendo usted, y por eso mismo, porque la conozco estoy segura que no está contétenta por la ribalidad entre las casas y no se me ocurre nadie más perfecto qué usted para unir Howarts.

El Señor Lupin pide disculpas por no escribir el también, pero se encuentra en estado crítico dada su licantropia.

Por último pero no menos importante recordarle que más allá de sus estudios académicos no puede descuidar al mumdo mágico y espero siga cumpliendo con sus deberes reales tan eticamente como en palacio.

Siempre fiel a la casa real y a usted me despido.

Alisson.

Siempre tan correcta, no querrá ser ella la princesa? Aun así lo de Remus me hace fruncir el ceño, ya paso una semana desde la luna llena y faltan dos más para la próxima, si mencionar que ayer estaba perfecto.

Miro las cartas ministeriales y suspiro.

-Qué haces? -

Pegué un respingo y me giro para ver a mi nuevo y querido mejor amigo que me acaba de dar un mini infarto.

-Cedric, no me asustes así-

-Lo siento, me enteré que te dieron una habitación privada -

Asiento en respuesta mientras me paro y juntos nos dirigimos a nuestra primero clase.

-Ya en serio que son esas cartas y por que las miras como si quirieras quemarlas con los ojos-

-Son cartas de ministerios internacionales qué piden mi opinión sobre cosas sin importancia, pero tienen que hacerlo y yo debo responder porque haci se rige el mundo ahora, feliz?-

El me mira sorprendido y lego dice.
-Eres muy callada pero cuando quieres hablar lo haces y lo haces bien- dice con tono de burla.

-Me gusta medir mis palabras, no malgasto mi energía en temas que no la merecen, claro hasta que colman mi paciencia. Lo aprendí en el orfanato "nadie quiere escuchar a una sabelotodo" -

-Pues no tienes que ser así conmigo, somos amigos, no mejores amigos y si alguien se atreve a decir algo se las verá con la ledad de un tejón- dijo con tono seguro.

Yo reí en serio y dije- Gracias Cedric, creo que nunca conocí a alguien como tú, me agrada eres un soplo de aire fresco en la monotonía qué es mi vida-

-Por nada princesa-

Rode los ojos por el nombre y le di un colpe con el codo- Qué no me llames así-

El soltó una carcajada, me abrazo por los hombros y dijo- Ya enserio te protegeré de todo y con todo lo que tengo Rowna Clara, incluso mi vida-

Sonreí por su promesa, estoy segura que si es por el la cupira, solo espero no tenga que hacerlo.

Su pelo suelto