EVIL OMEGA «HYUNHO»

EL REY

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En esa manada inusual, de especie felina, siendo este un reino gigantesco, numeroso también, uno de los más poderosos que pueden existir, junto con los lobos. Es este un día de celebración, ¿Qué se festeja?, bueno, nada más que el nacimiento del próximo heredero al trono, el siguiente sucesor del linaje de lo felinos, todos esperan con ansias al siguiente lider de la manada, es más, los lobos han hecho una visita, como rivales recientes, después de una alianza, era su forma de mostrar reverencia y respeto ante sus compañeros de guerra, y otras especies que esperan el grandioso nacimiento.

El linaje de los leones es considerablemente grande y temido por todas las especies, los lobos saben en el fondo, que ellos son los verdaderos reyes pero, su orgullo les impide admitirlo en voz alta, además de ser territoriales y seguir los impulsos de su especie animalito, los felinos son astutos en varios aspectos y es esa inteligencia acompañada de fuerza, quien les hace mantener la cabeza en alto.

Sin embargo, es extraño tener que presenciar tantos nacimientos del mismo rey, que ya está envejeciendo, y que todos sus hijos hasta la fecha de hoy, han resultado omegas desde el nacimiento, desde su primer aliento. Obviamente ante el coraje, el rey manda a matar a los doctores por la rabia de ser ilusionados él y su esposa. Todos siguen esperando un alfa que los represente, con el cual se sientan identificados con su sola imágen dominante e intimidante. La manada no aceptará fácilmente un omega, puesto a que eso no les inspira fuerza y poder, nos es la marca correspondiente con la que se sentirían orgullosos.

Aún así, el rey suplica una oportunidad al destino y la luna, sabe que no trató muy bien a los omegas en el pasado, pero quisiese hacer las cosas bien, aunque probablemente esto no sucederá, cruza los dedos dejando este tema  a la suerte. Los lloriqueos de un niño se oyen, detrás de la puerta una mujer omega dando a luz, un bebé saliendo de su vientre y un doctor preocupado en como expresar lo sucedido, de manera que no lo manden a la horca.

El doctor sale por la puerta, con el bebé en brazos, luego de unos cuantos minutos de espera, el rey corre en su dirección con esperanzas de ver a su hijo, los demás también se levantan conmocionados, esperando saber el género de aquel bebé que está con mantas blancas, y un gorrito en su pequeña cabeza, durmiendo después de un baño cálido por parte de las criadas.

— ¿Qué es? — lo toma del cuello de su camisa, desesperado por la respuesta, casi una obsesión y ojos de amenaza a muerte — ¿¡Un alfa!?

El doctor estaba nervioso, a tope, todos esteban observándolo, queriendo conocer al niño, pero organizó sus ideas lo suficiente para dar una conclusión asertiva, que no lo matase a él mismo.

— Sigma — el doctor trae en su memoria una especie de conceptos que recuerda haber estudiado en libros de anatomía y biología — ese es su género.

— ¿Cómo? — inquiere con cara confusa el rey de cabellos platinados, su corona casi se cae al piso losetado de color beige.

— Osea ... ¿que no es un alfa? — pregunta el alfa de los lobos divertido, dispuesto a jugar una broma pesada — como un beta — se encogió de hombros, el rey felino lo fulminó con la mirada en advertencia a otra guerra, pero se retiró en cuanto el tema le aburrió. Junto con muchos otros que no le daban tanto interés pues no era muy "digno".

— Técnicamente, no — habla temblando con poca gente en el salón, el rey lo analiza de pies a cabeza por sus últimas palabras— los sigmas tienen el aroma de alfa y su fuerza es similar a la de ellos … ahm — titubea nervioso— son de carácter fuerte, no son tan fértiles como los omegas, son más dominantes y crueles de lo que su realeza se imagina.