14 Días | Kookgi Yoonkook

Día 6

Nunca me había puesto tan nervioso ante un quedante-cita-amante, lo que sea, NUNCA. La noche anterior no pude dormir a penas, tanto así que terminé molestando a Taehyung Hyung, haciendo videollamada para que me distrajera. Me quedé dormido hablando con él cuando se puso a divagar sobre su relación.

Y la mañana, no fue mucho mejor, estaba nervioso, me hice una limpieza profunda por si se me cumplía el anhelo de que Yoongi-ssi me tomara y desayune solo un té y una tostada. Arreglarme y decidir que era lo mejor para lucir antojable fue otro caos, ¿y todo para qué? Si cuando entró por la puerta de ese restaurante lucía, como las otras veces que lo vi.

Camiseta blanca, pantalones negros de vestir y una americana del mismo color. El cabello largo y prolijamente peinado, gafas de sol oscuras y la seriedad de siempre. Y aún así, se veía caliente. Muy caliente.

—Perdón por la espera, tuve un imprevisto.

—A penas acabo de llegar.—Mentí, había llegado diez minutos antes.

—Menos mal, lo siento. No soy impuntual normalmente.

Lo veo tomar asiento, quitarse las gafas y me imagino lo que sería que ese hombre me besara y tocara bajo la mesa. Es imposible no suspirar por el anhelo.

—Pide lo que desees, yo pago.

—Gracias Hyung. —Yoongi asiente con los ojos cerrados. —¿Tú hijo qué tal está?—No me importaba en absoluto, pero Taehyung había insistido en que le preguntase sobre él. Y eso hice.

—Ayer, Yeonjun no dejaba de hablar de que eres más divertido que yo. Y se durmió tan pronto como llegó a la cama.

—¿Y tú crees que soy más divertido que tú?

—No.

Sonrío por el tono juguetón que tiene y nuestra comida no tarda en llegar. Elogia un par de cosas de mi portafolio y entonces lo invito a ir a mi estudio. Es gracioso, no ha puesto pegas aún si sabe o intuye que quiero tenerlo a solas para mí.

En el estudio mira los cuadros que tengo, ve mi zona de trabajo, elogia mis materiales, ve un caballete con lienzo encima con una pintura sin terminar y entonces va hasta unos cuadernos.

La idea de que los ojeé no me agrada en lo absoluto. Entre esos cuadernos de dibujo tengo ilustrados algunas de las cosas que vi cuando era pequeño, mis traumas, supongo. Sin embargo, también tiene el cuaderno con bocetos eróticos entre hombres, que deseo que vea.

—Es increíble, como a pesar de que eres tan vulgar, tu arte no lo sea.

Jungkook sonríe emocionado.

—¿Son cosas que has experimentado?

—Son fantasías, nunca he tenido un amante que pueda alcanzar mis expectativas. A parte, que desde hace poco que vuelvo a tener interés en hombres...he estado un tiempo bastante largo con mujeres estos meses.

—Ya.—Dice carraspeando su voz y entonces veo abrir la libreta que no quería que abriera. La toma entre sus manos dejando las otras y se sienta en el sofá, quisiera retirársela pero a la vez, tengo curiosidad porque alguien como él, lo vea. —Oh...¿es un niño? ¿Jungkook, que es esto?

No se distinguir el tono, pero lo veo incómodo.

—Cosas del pasado, pero para tu tranquilidad, no fantaseo con niños. Como dije, me dan fobia.

—¿Y entonces quién es el niño que retratas en estas páginas?

—Soy yo. Cosas que vi, supongo. No es la gran cosa.

—Si que lo es...Jungkook.

Es insistente en que se lo cuente, y no sé por qué, pero se lo cuento y termino llorando porque le he dicho hasta la conversación con mi madre. Me es increíble darme cuenta que he tenido la facilidad de decirle todo a un completo desconocido, muchas cosas que incluso Taehyung no sabe, o sabe a medias.

Al final, deseo que se marche y no vea con cara de lástima, pero no me ve así, es raro. Me sonríe a penas, suspira, y entonces me pide permiso para tomarme la mano.

TOMARME LA MANO.

Yo acepto, y entonces, Yoongi se pone de cuclillas frente al sofá en el que estoy sentado.

—La irresponsabilidad de los adultos no ...

—No es mi culpa. Pero me ha arruinado la vida.

—No lo creo. Tienes veinticinco, tienes la vida por delante y por lo que puedo notar, has sabido continuar con tu vida, no has permitido que tus experiencias te dominen. Muchas personas pudieron en tu posición volverse gente nefasta, y por supuesto, hablo desde lo poco que te conozco, pero no pareces alguien que ...

—Deja de hablar, solo haces que me gustes más.

—Tonto.—Se muerde el labio y sonrió.—Creo que el sentimiento es mutuo.

—Gracias por no juzgarme.

—Gracias a ti por decirme. —Besa mi mejilla mientras lo acompaño a la salida y acepta a quedar conmigo para desayunar mañana.

Ahora, siento que estoy un paso más cerca de mi meta, y extrañamente, me siento capaz, por primera vez de enamorarme. Por lo que todo apunta a que debo redireccionar mis objetivos, y el primer paso es...volver a tomar terapia.