Nuestra melodía prohibida

Capitulo 6

Emily

Me encuentro a Sebastián enfrente mío, con los ojos llorosos y un brillo especial en ellos. Estoy agitada por el baile y excitada por su mirada, y no sé qué hacer, solo puedo decir:

-"Hola! Soy Emily, tú debes ser el nuevo pianista, un gusto"- Le extiendo mi mano para que la estreche con la suya, pero solo me hace un escaneo con su mirada. Ahora sí me quede sin ideas para que hacer o decir.

-"Eso fue hermoso"- Fue lo único que dijo.

-"Oh, gracias. Estuve ensayando desde temprano"- La verdad no sabía qué más decir. Me estaba empezando a sentir incómoda.

-"No puedo evitar sentirme atraído cada vez que te veo bailar. Tu habilidad para expresarte a través de la danza es asombrosa. Cada movimiento que haces tiene un poder y una energía que me deja sin aliento. Es inspirador ver cómo te entregas por completo a tu arte. Tu danza es como un lenguaje propio, capaz de transmitir emociones que las palabras no pueden describir. Cada gesto, cada movimiento, habla directamente a mi corazón y despierta una pasión en mi interior."- Dijo Sebastián mirándome intensamente.

Al escuchar eso me sentí tan abrumada por las palabras de Sebastián. Mi corazón latía con fuerza mientras mi mente se llenaba de pensamientos. ¿Cómo es posible que este hombre, tan talentoso, tan lindo, y carismático, me vea de esa manera?, me pregunté. En la forma en que me miraba y el elogió que me dijo, me hizo sentirme tan especial y deseada. Un cosquilleo recorrió mi espalda y me pregunté si Sebastián podría notar lo que me causaba.

Aunque siempre había sido una persona segura de mi misma en el escenario, fuera de él me tenía vulnerable e insegura. Pero en ese momento, las palabras de Sebastián me hicieron sentirme poderosa y deseada. La idea de que el me pudiera verme como algo más que una bailarina talentosa me emocionaba y me aterraba al mismo tiempo.

-"Gracias. Nadie me ha dicho que mi danza transmitía tanto. Espero que los jueces vean lo mismo"- Era la verdad, espero e imploro que los jueces vean lo mismo que vio él conmigo-

-"¿Enserio piensas que no lo vieron? Fue fantástico tus prácticas de ayer, me quedé maravillado, tanto que ayer no podía dormir pensando en cómo bailabas."- Lo decía mientras se acercaba hacia a mí. Tanto que sentí su respiración en mi frente.

-"Solo espero que los jueces me seleccionen para el gran baile de fin de año, es mí oportunidad de demostrar todo lo que puedo hacer"- Le explico mirándolo a los ojos almendrados. Imaginando cómo sería estar debajo de él, como sería tenerlo entre mis piernas.

-"Mi Emily, mi pequeña Emily. Eres tan preciosa y talentosa. Te aseguro que te van a seleccionar, yo te elegiría."- Me dijo acariciando mi pelo, poniéndolo detrás de mi oreja.

-¿Usted lo dice, señor Sebastián?"- Me acerco hacia él, rozando nuestras narices.

-"Por supuesto Mí pequeña Emily"- Rozando nuestro pecho, mis pezones duros por la excitación, mi leotardo manchado por mis jugos.

Me paro de puntitas, para agarrar sus hombros. Y él me besa, no con un beso cualquiera, un beso apasionado y necesitado. Lo siento agarrar mi cintura, apretándome hacia él, siento su dureza en mi vientre.

Nos separamos por falta de aire y nos miramos. Pero nos volvemos a besar y me alza para enrollar mis piernas alrededor de su cadera. Puedo percibir su dureza contra mi clítoris latiendo por ella. Me deja encima del piano de cola. Empiezo a besar y lamer su cuello mientras el aprieta mi culo y me da una nalgada que me toma por desprevenida.

-"Ayyyy, ¿Por qué hiciste eso?"- Le preguntó.

-"Desde ayer vengo viendo tu culo, hace mucho quería hacerlo"- Me explica mientras me masajea el culo –"¿No te gusta? Si te incomodó, lo dejo de hacer"-

-"Nono, solo me tomo desprevenida. En realidad me gustó mucho- Me sincero mostrando una sonrisa vergonzosa.

-"Mi traviesa Emily, quiero probar tantas cosas contigo"- Me acaricia el labio con su pulgar

-"Entonces, empecemos señor"- Y lo vuelvo a besar.