La esperanza y la desesperación son dos caras de la misma moneda.
—Akiyuki Shinbo
—Quizás no soy lo suficiente... Si me convierto en un dios, podría ser bueno para alguien. La vida es fugaz; somos seres que buscan estar con otros, sentirnos cómodos y estables. Pero yo, a pesar de anhelar tanto ese estado quo, me siento a la deriva.
—El mundo no es causa y efecto, es un universo de posibilidades. Todas nuestras acciones nos llevan a algo, o quizás no; ser feliz depende de lo que eres y haces.
—No sé cómo ser alegre, quiero ser amado. Podría aferrarme a cada ser vivo existente en la tierra, e incluso así sería inútil, porque no encajo con nadie, solo soy una pieza mal hecha que un dios no se encargó de arreglar.
A medida que avanza el viaje, Aquiles permanece en silencio, dibujando corazones en el vidrio empañado.
—Bueno, entonces nos dirigimos al aeropuerto más cercano y nos vamos directo a Las Vegas —dice Liam, el conductor nocturno.
—Solo preciso acceder a mis cuentas y listo. Aunque en mi tarjeta tengo suficiente dinero para un hotel. Necesito bañarme... —añade Helena en tono de súplica.
Después de media hora de viaje, concurren a un hotel llamado "El Cantinero", un lugar de mala muerte situado a la salida de la carretera.
—Finalmente, llegamos —exclama la pelirroja, y parte del auto para entrar al hotel. Al ingresar, se siente asqueada; no solo por el olor a humedad, sino también por la notable diferencia entre la lujosa mansión que habitaba y la sala principal del hotel.
—¿Estás feliz, princesa? —Liam aparece detrás de Helena, intentando contener la risa.
—Bienvenidos a "El Cantinero" —El recepcionista les da un recibimiento amable.
—A-ah... —Helena titubea al hablar y deja un pequeño monto de dinero en la mesa frente a ellos, no le importa mucho haber pagado de más, solo quiere asearse—. Dos cuartos de tres, dame una llave, por favor.
—Claro que sí, señorita, pero esto es más de lo que cuesta una noche aquí. —El chico sonríe y le da dos llaves a la mujer.
Helena, por obvias razones, ignora al hombre, toma una de las llaves y sale corriendo por las escaleras.
Después de este acontecimiento, el resto del grupo finalmente llega exhausto al hotel. Un consenso generalizado impera en el ambiente: la necesidad de descansar. La jornada ha sido larga y agotadora, y todos los miembros están ávidos de recuperar energías. Con la mirada puesta en el amanecer, la decisión compartida es clara: una buena noche de sueño para recargar fuerzas antes de dirigirse hacia el aeropuerto en la madrugada venidera.
—Tristán, Holden, Aquiles y yo dormiremos en la habitación catorce, el resto irá con Helena. Mañana a las seis AM nos despertamos, avisen... —advierte Liamcon seriedad, antes de caminar hacia el segundo suelo.
El hotel, de un estilo arquitectónico más bien austero, se reduce a una modesta sala de recepción y dos pisos contiguos de habitaciones. En cada cuarto, una alfombra verde musgo se aferra al suelo de mármol, añadiendo un toque de contraste en medio de su aparente monotonía.
Ahí es donde los semidioses se regocijan en su parvedad de riqueza, y concilian el suelo, mientras dejan sus rostros sobre sabanas decoradas con desaire.
5 AM
En la habitación de los hombres, las manecillas de un reloj francés tocan las cinco de la mañana, y una alarma comienza a vibrar y emitir un sonido irritante.
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Los Signos Del Zodiaco: El Sol #PGP2024
FantasíaEn Manhattan, luego de que un joven llamado Liam se enfrente a un demonio y vomite en los pies de un dios, será atraído a una guerra mística donde junto a sus compañeros del zodiaco, deberán proteger a la humanidad de una especie llamada demonios. J...