VIII

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El Monte Hakobe era un lugar famoso por ser una montaña en la que nieva todo el año y sus temperaturas siempre pasan los dígitos en negativo. Pero parecía ser que la sala del trono lo era todavía más por el silencio y la tensión que gobernaba el lugar.

-Erza. Ha pasado tiempo.- habló el demonio con un tono serio.- ¿O debería llamarte "su alteza"?

-Creo que ya sabes porque estoy aquí.

Los demás magos ni siquiera se atrevían a decir una palabra, dejando que fuese Titanía quien tome las riendas de la discusión y le explique lo que estaba sucediendo al famoso Deliora.

-Hasta el aire se siente pesado...- comentó Wendy al tragar saliva de forma forzosa.

-Ni que lo digas...

-Solo dejemos que Erza se encargue. Ella va a convencer-Oye Juvia, ¿qué tienes?- preguntó Lucy al ver el estado anormal de Juvia.

-Es muy guapo.- respondió la maga de agua juntando sus manos y sus ojos se convirtieron en corazones.

-Oye...- una gota bajó por su sien.

-Hay varias razones que se me ocurren.- la voz del rey de los demonios resonó nuevamente.- Pero no es por una charla amistosa.- dobló su pierna derecha.- ¿Qué es tan importante para la tan llamada "Reina de las Hadas" para que venga en persona con sus...? ¿Seguidores? Y humanos para variar.

-¡¿Qué no ves que también hay Exceeds por aquí?!

-¡Charles! ¡Shh!

Un pequeño espasmo en el ojo de Erza.

-Gray, escúchame bien, es sobre la promesa que hicimos hace cuatrocientos años. El–

-Me niego.

Todos se sorprendieron ante la respuesta inmediata.

-Ni siquiera me dejaste terminar.

-Y no necesito que lo hagas. Es la misma conversación de hace tanto tiempo atrás. Si quieres convencerme de pelear en otra guerra, la respuesta es no.

-¡Es el Mago Oscuro! ¡Regresó!

Ahora los ojos del demonio se abrieron debido a la sorpresa solo por un segundo antes de retomar su faceta estoica.

-Eso no puede ser posible. Nosotros lo sellamos usando esa piedra divina que nos dieron los dioses, ¿recuerdas?

-Pues se liberó... De algún modo.

-Con todo respeto... ¿Su alteza? Pero fuimos atacados por sus criaturas de camino hacia acá.- se metió Lucy, congelándose brevemente cuando la mirada del demonio cayó sobre ella.

-Lucy.- le regañó Erza en un susurro.

-Aunque fuera cierto. Esa promesa ya no tiene peso.- volvió a hablar Gray.- Los demonios no nos involucramos en asuntos exteriores a los nuestros. ¿No te lo dije la última vez?

-Y aún así fuiste a pelear. Gray, te lo pido, todavía no es tarde. Tenemos una oportunidad para vencerlo antes de que gane el suficiente poder para destruir todo.- pidió Erza casi en una súplica.

-... Entonces ve y pídeselo a Salamander. Estoy seguro de que todavía ni a de tener los hue–

Las palabras murieron en su garganta cuando de la nada la montaña comenzó a sacudirse.

-¿Qué sucede?

-¿Es un terremoto?

-No... Es como en el Pueblo Desierto.

-¡Cuidado!

Wendy fue quien gritó la advertencia, pues ella había logrado ver una sombra de humo negro que se estaba expandiendo rápidamente hasta llegar a donde estaban ellos.

La Leyenda De Los Tres HéroesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora