La Leyenda De Los Tres Héroes

XI

Lo habían logrado, después de días de viaje, enfrentándose a extrañas criaturas hechas por el Mago Oscuro, y enfrentando unos cuántos desafíos en el camino, finalmente habían conseguido reunir nuevamente a los grandes Tres Héroes de la leyenda.

Les tomó aproximadamente dos días poder llegar hasta aquel pueblo, tiempo suficiente para Erza y Gray para ponerse al día y contar sobre las cosas que han hecho en los últimos cuatrocientos años, aunque el demonio parecía más reacio a contar lo que él ha pasado.

Y ese fue el tiempo suficiente para poder conocerse entre todos para estar más familiarizados; aunque fue una pesadilla de viaje para los Dragon Slayers.

Actualmente habían decidido partir apenas amaneciera para poder llegar a Magnolia en un par de días. Aunque debido a la discusión que tuvieron antes de partir, Natsu y Gray se estaban dando la ley del hielo.

El ambiente entre ambos era demasiado tenso, tanto que incluso se podría cortar con un cuchillo de tan sofocante que era.

Habían logrado armar un campamento en el bosque y ahora se encontraban rodeando una fogata mientras esperaban a que su comida, un jabalí que habían logrado cazar, estuviera lista.

-Natsu, ¿no vas a comer?- Erza le preguntó extendiendo una pequeña antorcha.

-No tengo hambre.- respondió de forma cortante.

Era bastante obvio que desde que habían salido del pueblo algo había pasado entre el dragón y el demonio, lo cual creaba la situación de hoy en día de que no se querían cerca o se miraban.

-¿Qué les pasa? ¿Acaso hicimos algo malo?- le preguntó Lucy al hada de forma disimulada.

-No, digamos... Que su relación nunca ha sido la mejor de todas.

-Bueno, ¿y si nos cuentan historias de cuando eran jóvenes?- sugirió Wendy de forma tímida, harta de ahogarse en el silencio.- Creo que sería una buena oportunidad para conocerlos mejor ahora que los tres están juntos.

-¡Oh, eso es una gran idea, Wendy!- dijo Levy.- Bien, ¿quién empieza?

-¡Juvia quiere saber cual es el tipo de mujer ideal de Gray-sama!

-Oye, Juvia...

-Mejor empecemos con algo fácil. Erza, ¿cómo los conociste?- preguntó Lucy.

-Ah, que recuerdos.- dijo con una pequeña sonrisa.- Bueno, como se dijo antes en la historia, estaba buscando gente para poder combatir contra el Mago Oscuro. Aunque ya tenía a mi ejército de hadas, viajé hasta el Monte Hakobe porque había escuchado que había un clan de demonios que me podrían ayudar.

-Y de ahí el demonio.- comentó Gajeel con una pequeña risa.

-Y a Natsu la conocí por los rumores de que había una híbrida. Al principio no les creí, pero no fue hasta que viajé a Álvarez que la encontré en una pequeña cueva y la invité a unirse. Ahí descubrí que ella amaba las peleas y se alistó apenas le comenté que habría una guerra.

-¿A quién no le gusta una pelea de vez en cuando?- preguntó de manera retórica y alzando los hombros.

-A tí al parecer.

-¡¿Qué dijiste, idiota?!

-Chicos.- les amenazó Erza.

-Perdón...

-A ver... Luigi.

-¡Me llamo Lucy!

-Escuche que querías conocer al dragón.- Natsu sonrió ladina.- ¿Alguna razón?

El rostro de Lucy pasó por cinco tonos de rojo.

-Paso.

-¡Oh, vamos!