Capítulo 6: Lengua quemada

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Ya faltaba poco tiempo para que el restaurante, en espera de los tres tiburones que seguían calmando sus nervios con bebidas, pudieran pagar la cuenta. Arturo no podía quedarse solo. Sabía que el pagaría cada refresco o vino que habrían tomado sus compañeros.

Patricia y Carlos, al menos tenían una buena compañía con su querido amigo Elías Ayub, aunque por dentro seguían en preocupación, ya que Marcus ni Ana Victoria habían vuelto.

Eran horas y más horas sin saber ni una cosa de ellos, y cuando trataron de enviar mensajes para estar seguros si Rodrigo no habría hecho alguna anomalía con los Sharks o si los celulares se quedaron sin carga, fue en ese momento en el que se toparon con el chat de Ana Victoria.

Tanto Armendáriz cómo Bremer, ambos teniendo casi parecidos el mensajes que les envió Herrera a sus teléfonos, fue lo que causó la consternación y las dudas de la Economista.

El shark más carismático de la mesa, dejó su sonrisa para pasar con una expresión de seriedad total. Esto hasta lo notaría el propio Arturo, quién, al preguntar de lo visto en la pantalla, los inversionistas voltearon para explicar en menor medida de lo que habían leído. 

— Y, ¿Quién fue el que mandó mensaje, amigos?— preguntaría sin más rodeos Arturo.

— Es Rodrigo.— respondió en un tono de sorpresa y cortante Patricia. 

— ¿Qué es lo que necesitará mi compadre? ¿Algún otro tiburón para que acompañe a Ana Victoria y Marcus?— hizo más cuestiones el experto en tecnología. 

— Solo nos dio una pista. Ya es nuestro turno de entrar a Genomma Lab, y parece que necesita un poco de ayuda con los demás.— se detuvo Armendáriz, para volver a su celular y verlo por última vez.— Pero la forma en que lo escribió, me da mala espina.— habló de nuevo.

— Paty, solo tengo una pequeña pregunta. ¿Acaso has sospechado de Rodrigo?— fue esa pequeña pregunta que dijo sin pensarlo Elías Ayub. 

— ¿Sospechar de el? No podría llamarlo así, porque sé que está intentando enmendar la discusión que tuvimos en Shark Tank, pero, me parece extraño que ni Marcus ni Ana regresaron. —

— No han regresado, porque siguen en la empresa de Rodrigo para hablar con el.— decidió hablar esta vez Carlos. 

— Sé que están tratando de ayudar en Genomma, pero eso pasó desde hace horas. Solo tienen que contar el tiempo del momento en que Rodrigo llegó, y después, se llevó a Marcus con el. —

— Bueno, no hay que precipitar mucho esto que te está intrigando Paty. Solo necesitas pasar a la empresa de Rodrigo para comprobar que todo no es un engaño de el.— sugirió Bremer. 

— No me convence mucho, pero puede ser cierto, Carlos.— contestó sin nada más que decir la mujer.

— Calma Paty. Cómo dijo Carlos, tal vez podrán ir juntos con Rodrigo, y sacarás todas las preguntas que tengas con el, y puedes volver con Marcus y Ana Victoria si te angustia que estén bien. —

La de castaño y de traje azul claro, pensativa con esas recomendaciones no tan convenientes para ella, y que su decisión estaba al aire, después de que por el chat de Victoria se mostraban los mismo mensajes, suspiró.

Era un suspiro de pesadez, por las dudas que le recorrían en la cabeza y que necesitaba que Rodrigo se las pudiera contestar a lo largo del tiempo. Después de todo, no podía quedarse esperando por una respuesta.

Patricia, teniendo la certeza de que Bremer estaría con ella para seguirla hasta las industrias Genomma Lab, fue lo que tranquilizó esos nervios interiores, y ese suspiró que pasó a ser de alivio luego de ver a su amigo de al lado. 

La reunión de Rodrigo Herrera | Shark Tank MéxicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora