🄷🄴🅁🄾🄴🅂 (𝐴𝑚𝑜𝑟 ℎ𝑒𝑟𝑜𝑖𝑐𝑜)

𝐴𝑚𝑜𝑟 ℎ𝑒𝑟𝑜𝑖𝑐𝑜 (Epílogo)

Voy a llorar — dijo Guillermo tapando sus ojos —

Amor hay que saber dejar ir a Lía — Dijo el arácnido, aunque para que mentia el sentía la misma tristeza que su esposo —

Lio no quiero que se vaya — dijo Guillermo con su pequeña entre sus manos —

Yo tampoco, es mi bebé, la alegría de la casa — dijo Lio comenzando a llorar —

¡Papás! — río la pequeña de cuatro años — Solo voy a entrar al kinder — dijo Lía —

Nuestra bebé es muy inteligente Lio, sigamosle enseñando en la casa, ya la metemos el siguiente año — propuso el más alto —

Yo acepto esa idea, para algo me gradué con honores, para enseñarle a mi bebé — dijo Lio cargando a su hija —

Pues si, así Lía y yo aprendemos inglés mientras vemos a la niña esa y el mono — dijo Guillermo —

Dora — Contesto Lio —

Si esa niña — dijo Guillermo —

Papi pero yo si quiero ir al kinder — dijo Lía — Ya hasta había preparado mi mochilita de pony — menciono la pequeña haciendo un puchero —

Bueno es que... — dijo Lio sin poder mirar el tierno rostro de su hija — ¡Dile a tu papá! — Dijo el arácnido dejando a la pequeña en el piso —

Papi Guille — dijo la pequeña mirando al rizado —

No, no Guillermo, no te dejes convencer, has peleado contra los peores hombres del país, eres uno de los mercenarios más peligrosos del mundo, tu puedes con esto. Se decía mentalmente el rizado.

¿Todavía alcanzamos a llegar? — pregunto Guillermo —

Sii — sonrió Lía — Gracias papi Guille — dijo esta dejando un beso en la mejilla del más alto para luego ir por su mochila —

Lio se quedó mirando fijamente a su esposo — Si eso es ahorita...

No empieces, también es tu debilidad — río Guillermo —

La de ambos — sonrió Lio —

¿Si alcanzamos a llegar? — pregunto Guillermo —

Bueno a como esta la ciudad a estas horas, no podemos llegar rápido en auto — respondió Lio —

Entonces...

Ya sabes de que forma — sonrió Lio —

Me van a doler las rodillas después, pero esta bien — Contesto Guillermo —