Trabajar en una cafetería para muchos es algo deprimente, para gente que no tiene futuro y muy probablemente la eso. Y ciertamente creo que los que no tienen la eso son todas esas personas que piensan eso, que lo ven como un trabajo inferior a cualquier otro y te pueden tratar como ellos quieran. Y así estaba siendo mi mañana, todos los clientes que entraban no decían ni un triste "hola" o un "gracias". Venir a Barcelona desde un pequeño pueblo de Sevilla no era fácil, no lo estaba siendo para mi. Había salido de Sevilla para estudiar el grado superior de técnicas deportivas y entrenador, mi sueño es llegar a ser entrenador del Barça, el club que llevo siguiendo desde que tengo uso de razón. Mis padres se ofrecieron a pagarme todos los estudios, pero yo me negué en rotundo, era mucho dinero pagar los estudios aquí, aparte del alojamiento y todo lo que eso conllevaba. Por eso me puse a trabajar en una cafetería cerca de mi casa, para que no tuvieran que pagarlo todo ellos, vaya todo lo contrario a lo que la gente opina de estos trabajos.
El turno de la mañana se me estaba haciendo cuesta arriba, mi compañera de turno no había podido venir porque estaba mala, así que me tocaba hacer el turno a mi solo. Lo que peor llevaba era estar limpiando las cosas que se usan para hacer los diferentes cafés y que alguien me dijera "ehh tu" "tsss, el de los cafés" "oye tú" por lo menos un "perdona" o llamarme por mi nombre que para algo nos ponen una chapa. Otra cosa que no me gustaba era que te tiraran el dinero de mala manera excusándose con un "voy con prisa", pero yo solo podía poner una sonrisa, porque al fin de cuentas quería recibir mi sueldo a fin de mes y que no me despidan por tirarle café hirviendo a los clientes.
El local estaba vacío en estos momentos, la gente suele venir a las 7:30 ya que es cuando entran los trabajadores de las empresas cercanas. Por lo tanto a las 8:30 entra alguna persona, pero no tanta, por lo que los ratos que no había nadie aprovechaba para pasar algunos apuntes a limpio y subrayas las cosas de los temas que me tenía que estudiar. Eso era lo que estaba haciendo hasta que alguien entró en el local, haciendo que la campana de la puerta sonara.
-Buenos días.-Dijo el chico sonriente, gracias universo por mandarme un cliente que por lo menos saluda en toda la mañana.
-Buenos días, ¿Desea tomar algo?.-Cuando el chico estuvo cerca de mi pude ver que su rostro me sonaba, y no fue hasta que frunció el ceño cuando me di cuenta de quien era. Pedri, jugador del Barça, tragué seco al darme cuenta pero volvió a hablar haciendo que saliera de mi trance.
-Me puedes poner un café americano Largo para llevar por favor.-Él chico era tan amable.
-Claro.-Cogí un vaso.-¿A que nombre lo pongo?.-Pregunté cogiendo el rotulador.
-Ferran.-Me puse más nervioso de lo que estaba, no uno, si no que le estaba preparando el café a dos jugadores del Barça. Escribí el nombre que me había dicho "Ferran =)" y apunté el tipo de café que quería.
-¿Desea algo más?.-Le pregunté muy amablemente.
-Si, pero no se que pedir, ¿Tú que me recomiendas?.-Me quede pensando en que podía ofrecerle, no quería que pensara que le había dicho un café asqueroso, hasta que di con el café perfecto, por lo menos para mi, claro.
-¿Te gusta el café frío?.-Le pregunté y el me contestó con una sonrisa y asintiendo con la cabeza.-Entonces te recomiendo el "IceFrenchVanilla".
-Perfecto, tomare uno de esos grande por favor.-Yo asentí volviendo a coger un vaso y poniendo el tipo de café. El pareció entender la pregunta que le iba a hacer porque se adelantó.-A nombre de Pedri por favor.-Volví a asentir mientras escribía "Pedri ♡︎"
Preparé los cafés lo más rápido que pude y se los entregué a su dueño.-Que los disfruten, serán 5,20 por favor. Él sacó su cartera y me dio en la mano un billete de 5 y una moneda de euro, yo empecé a abrir la caja para darle su cambio cuando me dijo.
