EL TIEMPO LO CUIDARA; Marculi

CAPITULO 36

Tenia su mano sobre mi muslo, me hacia caricias con las yemas de sus dedos mientras que manejaba. Los dos no habíamos emitido una sola palabra desde que nos subimos al auto, en parte sentía que elegíamos el silencio para no cagar el momento con cualquier charla que pueda terminar en discusión, la verdad estaba en que los dos teníamos ganas de estar con el otro esta noche, contrario a cualquier plan que podía haber armado.

Estaciono el auto en su lugar del edificio y subimos por el ascensor, me había agarrado de la mano durante todo el camino a su departamento. Cuando entramos nos encontramos con el ligero desorden de la previa, que seria un problema para mañana, ahora era un problema secundario. Me llevo a su pieza, antes la había llaveado para que nadie entrara durante la fiesta, era lo mas limpio del departamento en este momento, y prendió el aire, porque a diferencia de anoche hoy hacia calor.

Entro al baño un rato – dijo rompiendo el silencio – ¿necesitas algo?

No anda – le respondí. Aproveche para sacarme los zapatos y dejar mi cartera en la mesita de luz que antes la usaba yo. Aproveche para hacer una inspección general de la habitación, ver si algo había cambiado o si encontraba algo más bien (de otra alguien).

¿Buscas algo? – me pregunto saliendo del baño.

Solo miro – le respondí.

Se acerco a mí y empezó a besarme de nuevo, con ganas, mas brusco de lo que estaba acostumbrada con él. Cuando el beso se volvió mas intenso me apretó contra la puerta detrás mío pegándome a su pelvis, podía sentir lo duro que estaba y eso me calentaba por mil.

¿Estuviste con alguien? – solté al separarme. Era una duda que me daba vueltas en la cabeza.

¿Como? – me pregunto desprevenido por la pregunta.

Si estuviste con alguien en este tiempo, ¿Cogiste con otra? – le insistí – contéstame.

Con nadie Ju – me respondió agarrando mis mejillas.

No te creo – le resople cruzando mis brazos y soltó una risa – te estoy hablando en serio Marcos.

A ver ¿y vos estuviste con alguien? – me pregunto.

No se vale re preguntar – solté indignada.

Los dos podemos jugar a ese juego digamos – me dijo.

Sos vos el que te escapaste a otra ciudad – le reproche – quien sabe con cuantas te cruzaste, si todas te quieren dar (mas una en especial en esa ciudad)

Tampoco es así – me dijo con una sonrisa.

Viste como te haces el lindo – lo golpee por el hombro – sabes que lo sufro y me jodes.

No estuve con nadie, no pensé en estar con nadie y no voy a estar con otra porque con la que quiero estar sos vos, estoy enamorado de vos Julieta – me soltó al hilo. Me sonrojo mas de lo que ya estaba al escucharlo confesarse – ¿me crees?

Poquito – le dije bajito y me dio un beso.

¿Vos estuviste con alguien más? – me volvió a preguntar – no esta mal digamos, no te lo digo para enojarme si lo hiciste, estabas en tu derecho digamo (más lindo)

Te estaba esperando a vos – le dije y ambos nos sonreímos. Era cierto, no pude estar con otro ni, aunque lo intentase, lo quería a el solamente.

No esperemos más mi amor – me dijo y volvió a besarme.

Me deshice de su camisa ni bien empezamos a chapar de nuevo para poder tocar y acariciar todo su abdomen y espalda, traté de empujarlo hacia la cama que quedaba atrás suyo, pero no me dejaba, me tenia presionada contra su cuerpo. Sentí como sus manos luchaban contra el moño de mi corset entonces lo ayudé para sacármelo, en cuanto cayo al piso empezó a besarme y masajearme las tetas. Empecé a estremecerme por sus caricias y mis gemidos se lo demostraban. Me alzo de la cintura y me llevo a la cama, me acostó y fue sacando lo que me quedaba de ropa en el cuerpo dejando besos por todo mi cuerpo desnudo.