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- Que malos son los humanos hoy en día, ¿verdad Miya? Ay, es verdad, no puedes hablar con eso en la boca.

El niño se agitaba con gran intensidad tratando de escapar de las cuerdas que yo mismo le até. Veía sus lágrimas caer, su rostro de desesperación, simplemente era hermoso. Me acerqué a él con una felicidad inexpresable. Le sequé las lágrimas lentamente.

-Eres tan pequeño...lástima que tendré que matarte...

Su terror aumentó, haciendo que se moviera mas, pero era inutil. Agarré la lata de pintura y dibujé el símbolo de mi dios preciado. Seguido afilé el cuchillo hasta que quedara realmente  puntiagudo. Lo puse en su cuello. Era excitante ver sus lágrimas correr. Le corté la cabeza lentamente para poder oir sus gritos de sufrimiento que me alimentaban el alma.
Cuando pude agarrarla por el pelo, mi percaté de lo pequeña que era.

-Crio- dije mientras me reía

La coloque en el centro de la estrella, encendí todas las velas alrededor y comenzé el ritual.

-Hic habes dominum meum, nunc da mihi potestatem

Segundos después sentí como algo me recorría el cuerpo, al parecer habí funcionado. El corazón me palpitaba descontroladamente, la adrenalina era exquisita. Empezé a reirme como un loco.

✩☆✯★★༄
A la mañana siguiente todos gritaban el nombre de Miya como desquiciados, pensando que lo iban a encontrar, ja, estupidos, ahora si había empatía. Que maldita falsedad. Tocaron a mi puerta. No fui digno en abrirla, pero la insistencia ya me hartaba. Me asome por el filo para saber quien era.

-Hola buenas, ¿sabe algo de un joven llamado Miya? Desapareció esta noche por ahi de las 23:00.

Joe. Todos estaban alrededor, asi que no pude hacer absolutamente nada con él.

-No se quien es Miya, perdón

-Sus padres me comentaron que la última vez que lo vieron fue hablando  con usted por la ventana de su hogar.

-¿De que habla? Yo nunca vi a ese crio

-¡Usted miente, lo vi ayer con usted! ¡Es un mentiroso! ¿¡Qué le hizo a mi hijo eh!? ¿¡Qué le hizo!?- la madre fue corriendo hacia mi rapidamente, la gente la agarró antes de alcanzarme

-Tranquilizese señora, su hijo estará bien.

-¿¡Cómo están tan seguros de que no es él!? ¡Solo creen en sus palabras!

Todos comenzaron a irse por otro lado, dejando a la mujer sola.

-¡Tenemos que tener pruebas! ¡Escuchenme maldita sea!

Antes de cerrar la puerta le dedique una sonrisa ladeada a la señora. Ella quedó de piedra.

-¡Juro que te destruiré cuando pueda, maldito secuestrador!

Sabía demasiado, tendría que matarla.

Shadow [SK8]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora