MI ERROR FUE AMARTE

~17~

EVANGELINA MONTSERRAT

Mi casamiento estaba en proceso, todo estaba revolucionando sobre todo la familia de Martin quien se estaba ocupando gran parte de la boda. A pesar de que Barbara Schulz no iba a organizar mi casamiento hemos optado por "Rivera Eventos" quien nos convenció con su trabajo y Martin sin dudas acepto, lo haríamos por tradición en el Hotel Alvear con alrededor de 300 invitados, digamos que el 80% de Martin por su familia, amigos entre otras personas, sin embargo mi lista era pequeña, vendría mi madre junto a las dos mujeres que la cuidaban y se alojarán en el hotel al igual que mis tias, primas, y mis dos mejores amigas, Anabela Diaz y Carolina Perez a quien no veía hace mucho años porque se mudo a Rio Negro (Bariloche) pero quién vendrá para este evento especial.

El vestido de novia lo iba a confeccionar "Kevin Fernandez" diseñador que la señora Rivera aconsejo y sus modelos me enamoraron de inmediato, no quería un vestido de princesa, quería uno corte sirena con encaje, de corte corazón y espalda descubierta con un corte en v que en mi imaginación se veía increíblemente hermoso.

Me encontraba nerviosa jamas en mi vida pensé en casarme y mucho menos con una boda de tanto lujo como seria la mia, con decoraciones en blanco, plata y negro, y realmente todo esto me hacia sentir como una princesa porque a pesar que intentabamos trabajar en la empresa siempre habia un momento donde organizabamos nuestra boda.

En estos dos meses pasaron muchas cosas, entre ellas compre el departamento de Avellaneda, en silencio sin que nadie lo sepa, por consejo que me dieron y por mérito propio, nunca antes había tenido donde vivir toda mi vida ya que vivi de prestado o alquiler. Tener mi espacio propio me hacía sentir realizada, había logrado algo tan importante en mi vida que nunca creí que llegaría.

Mi mudanza a la casa de Martin estaba en proceso y me sentía nerviosa por vivir esta etapa otra vez en mi vida, era extraño, sin embargo le dije a Martin que dejaría todo como esta en mi departamento, y que próximamente vendería lo demás, por lo demás solo me lleve ropa, y cosas personales, entre ellas mi caja de recuerdos, fotos.

Mi mudanza fue nostálgica, porque apagar las luces de mi departamento dolieron, hace un año estaba entrando al trabajo de mis sueños, obteniendo la noticia que viajaría a Nueva York y hoy estoy en otra posición, yéndome a vivir con Martin Farrell la persona que me lleno de intriga y sobre todo que Mariano nombró antes de morir. Entre a la casa de Martin con dos valijas llena de cosas y no pude evitar llorar, estaba feliz, muy feliz, pero también estaba abandonando a la Evangelina que fui para siempre, esa mujer humilde, que le costaba llegar a fin de mes, y sobre todo que jamas creyo en que un dia su vida iba a cambiar para siempre. Martin estaba feliz, me lo repetía todo el tiempo sin embargo yo todavía no entendía que está sucediendo. Modifique algunas cosas del departamento, le di mas color, mas vida y sobre todo utilice una habitación para que puedan crear un guardarropas para mi y guardar mis cosas más importantes.

Mi primer noche de convivencia cenamos algo rico para brindar, que terminó entre besos y sabanas.

El 1 de diciembre estaba sobre nosotros, a una semana y esto me llenaba de miedos, ni siquiera tenía un acompañante para que me lleve al altar así que le pedí a Antonio Farrell que lo hiciera y asedio feliz.

Natalia se encargaba de todo, y fue la única que me vio vestida de novia.

La organización quedó espléndida, Maria Emilia Rivera había hecho un trabajo de ensueños, y me hizo sentir todo el tiempo como una princesa.

El día de mi boda llegó, mi madre también a quien me abrazo y estaba feliz, conociendo al amor de mi vida por primera vez al igual que la familia de Martin que la recibieron con los brazos abiertos y felices. Durante el día no deje de emocionarme, y llore mucho, con la compañía de Natalia y mi madre Fátima que hoy más que nunca estaba súper lúcida y no se olvidaba de las cosas.