2

324 41 5
                                    

Como siempre Moon Bin se levantó primero, sonrió cuando vio a su omega dormido con el ceño fruncido, le daba ternura y gracia a la vez, para él era un ángel, su ángel. 

Besó su mejilla con cuidado de no despertarlo, su aroma a lavanda con fresas lo hizo ponerse más animado, le encantaba el aroma.

-Omega bonito -Susurró, se estiró un poco, se dirigió al baño para una ducha rápida ya que tenía que ir al trabajo. 

Aunque prefirió quedarse todo el día con Dogmin para darle mimos y darle masajes en su vientre.

No tardó mucho cuando ya estaba afuera vestido, aunque su cabellos seguía mojado, con una mano agarró la toalla y secó su cabello, cuando sintió que ya estaba medio seco, salió del cuarto no sin antes acercarse a su omega y besarle la mejilla. 

-Mi lindo bebé -dijo mientras dejaba varios besos en la mejilla de su omega, después dejo algunos en el vientre del omega.

Fue a la cocina, haría algo rico para sus dos amores, Dogmin y su cachorro.

Sacó un bowl y los ingredientes que iba a ocupar, cuando ya estaba mezclando, un aroma se hizo presente, su omega ya estaba cerca.

Sonrió al ver a su bebé bostezando, sus cabellos estaban despeinados además se podía ver su no tan abultado vientre, tenía una imagen maravillosa frente a él.

-Buenos días -dijo el castañito, Moon Bin dejo lo que estaba haciendo y estiró los brazos a los cuales el omega no dudo en ir.

-¿Dormiste bien, quieres algo? -pregunto, Dogmin sonrío a tal preocupación de su pareja.

-No, quiero estar así un ratito más -cerró los ojos, disfrutando ese aroma que lo hacía sentir seguro, protegido y amado.

Ambos recuerdan cómo se conocieron, Dogmin salía con su amigo Sanha un omega igual que él, era un fin de semana y habían quedado para ir a comprar una playera que su amigo tanto quería. Estaban en la tienda cuando su lobo estaba algo inquieto y no era el único, su amigo también sintió a su lobo algo raro.

Siguieron hasta que un aroma a canela y naranja se hizo presente, haciendo que su omega se pusiera contento y algo ansioso.

Mientras que a su amigo le llegaba un aroma a menta y chocolate.

Fue algo raro y un poco gracioso, ya que él intentaba bajar una sudadera, tuvo que ponerse de puntitas fallando varias veces, su amigo que estaba al lado reía. 

Sintió cómo se elevaba, logrando por fin alcanzar la sudadera.

-Gracias -se sonrojo por vergüenza bajando un poco la mirada, ya que estaba en presencia de un alfa, su alfa.

-No me lo agradezcas bonito -el alfa quedó encantado por el omega, ya que le había llegado un aroma dulce, busco ese olor hasta que vio al omega intentando alcanzar algo en el estante más alto de la tienda.

Estaba tan entretenido con el omega que se habia olvidado de su amigo, que estaba viendo si comprase un pantalón negro o uno azul.

Dogmin seguía con la mirada abajo, su amigo estaba viendo todo, le dio ternura y gracia a la vez, agarró del brazo; Sanha quería jalar a Dogmin y salir de ahí para evitar algonincomodo y eso hizo, lo agarró del brazo pero cuando lo jalo para sacarlo, un gruñido hizo que se detuviera haciendo que baje la mirada asustado.

-Oye, se que eres mi amigo pero no te atrevas a gruñirle a mi fututo omega, maldito tonto -dijo una voz ronca, el omega menor alzo la mirada y vio a un chico con el cabello café que tenia puestos unos lentes atrás de la cabeza.

-¿A quien le dices tonto? Alien -se defendió Moon Bin

Dogmin y Sanha se quedaron mirando esta era una escena muy graciosa, ya que el alfa de Dogmin era alto a comparación del alfa de Snha que era unos 5 o 10 centímetros más bajo.

Sin duda fue la forma más extraña y divertida de conocerse, no se arrepiente de nada.

Dulce omega | BinwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora