Capítulo 2. Cruel summer

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Años antes

— ¿Kavin es tu amigo? —una joven rubia se había acercado a él en su hora libre. Thyme frunció el ceño pero asintió con la cabeza—. Es muy guapo, ¿puedo tener su número?

— No soy su secretario. ¿Por qué no se lo pides tú?

No podía fingir que no estaba molesto. Era un fastidio que ocurrieran este tipo de cosas y ocurrían muy seguido desde que había llegado a la universidad y eso había sido apenas hace una semana.

— Me pone nerviosa. Dicen que besa muy bien.

— ¿Y quieres que te lo confirme? No tengo esa información.

— ¡Podrías decirle que me gusta! Así él se acercará.

— Claro. Lo haré porque soy el mensajero —le mostró una falsa sonrisa. La chica rodó los ojos y se alejó.

— ¡Hey! ¿Qué pasa? —preguntó Gorya, sentándose a su lado en la banca.

— ¿Escuchaste eso?

— Sí y estás actuando muy raro.

Thyme suspiró y se cubrió el rostro con las manos.

— No tengo ganas de lidiar con esta gente.

— ¿Qué gente? —preguntó una voz detrás de ellos.

Cuando ambos se giraron vieron a Kavin acercarse con una chica pelinegra agarrada de su brazo. ¿En serio? Eran apenas las 10 de la mañana y ya tenía una nueva amiga a la cual meterle la lengua.

— Tú —gruñó Thyme.

— Auch —frunció el ceño y luego se dirigió a la pelinegra—. Linda, ¿puedes esperarme en la cafetería? Voy en un rato.

Thyme rodó los ojos al escuchar el ridículo apodo. Siempre usaba apodos para no tener que aprenderse los nombres.

— Ha pasado una semana, ¿verdad? —Kavin se sentó junto a él y suspiró.

— No sé —se cruzó de brazos.

— Lo sabes bien.

Odiaba que Kavin supiera exactamente lo que estaba sintiendo y pensando. Odiaba que lo conociera tan bien y fuera tan transparente a sus ojos. Y al mismo tiempo amaba eso, era como estar conectados de alguna manera.

Sin poder controlarlo más, se echó a llorar en su hombro. Kavin abrió sus brazos y Thyme se acomodó de manera que su rostro ahora estaba pegado a su cuello.

— Odio estar aquí.

— Lo sé, pequeño —sobó su espalda.

— Odio estudiar administración. Odio la estúpida empresa de mamá.

— Lo sé. Lo siento mucho —ahora pasaba sus dedos por su cabello con suavidad tal y como le gustaba.

Thyme soltaba hipidos mientras trataba de calmar su llanto.

Su madre lo había obligado a estudiar administración a pesar de que él quería dedicarse al teatro. Por más que Thyme trató de explicarle cuál era el camino que quería tomar, su madre le dijo que era ridículo, que esa no era una profesión y que debía encargarse de la empresa de la familia o se vería en la obligación de darle la espalda.

Thyme no tuvo salida. Era muy joven para conseguir un trabajo que lo mantuviera a él y a sus estudios, todos los buenos trabajos requerían experiencia de años, era imposible.

When Thyme falls in love 《THYMEKAVIN》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora