Capítulo 4. I'll never leave you alone

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Kavin había estado muy nervioso esas dos semanas antes del viaje a casa de sus padres. No podía concentrarse, a veces tenía la mirada perdida y Thyme sabía que estaba pensando en todas las posibilidades y en malos recuerdos que aun le causaban un gran peso en su ser. Thyme trataba de ayudarlo a distraerse, llevándolo a cenar, al club, a ver sus películas favoritas y escuchar su música favorita; pero sabía que cuando todo se apagara y solo quedaran su mente y él, volverían los tormentos. Thyme hubiese querido ayudarlo más de alguna manera, pero no sabía cómo.

— Si hay algo más que pueda hacer por ti, dímelo —había dicho una noche mientras se abrazaban.

— Gracias.

Sabía que Jane también lo ayudaba de alguna forma, a pesar de que no entendía los detalles de sus problemas familiares.

Incluso hubo una vez que Jane le preguntó al respecto, pero no era algo que a Thyme le correspondiera contar.

— Eres un gran amigo para él, Thyme —había respondido—. Te adora, habla mucho de ti y de como lo has ayudado.

— Él también me ha ayudado mucho, ¿te lo dijo? —y procedió a contarle como le había ayudado a vender pasteles y a hacer sus tareas para estudiar teatro y cómo lo animaba todos los días para no rendirse. Jane era muy agradable y entendía porqué a Kavin le gustaba, por mucho que doliera.

Sabía que ahora lo que Kavin más necesitaba era apoyo, un amigo, gente que lo ayudara a calmarse. No era fácil volver a tu anterior casa para ver de nuevo a quien te había lastimado.

El padre de Kavin siempre había sido alguien arrogante y estricto. Incluso cuando lo conoció se había portado grosero y apenas lo había mirado.

El hombre había sido horrible con Kavin desde que este era un niño, siempre presionándolo para que hiciera lo que él quería, que estudiara y ayudara en la oficina, que se olvidara de salir a jugar o de ver televisión y el descanso era solo una pérdida de tiempo; y si Kavin desobedecía, lo cual era muy seguido, los golpes eran la mejor manera de disciplinar. Mientras tanto, el idiota podía pasar todo un día alcoholizándose y engañando y manipulando a su esposa.

Cuando Thyme se enteró, Kavin tenía 18 años, y fue muy doloroso de ver. Había llegado a su casa con la mirada perdida y la mejilla roja por un golpe. Thyme sintió su cuerpo hervir en enojo al escuchar todo lo que había sucedido por años y como su padre en ese momento le había pegado y lo había insultado de mil maneras posibles por haber reprobado una materia y por haber dicho que iría a estudiar cuando en realidad había visto a una chica. El hombre era un monstruo que sabía que mientras Kavin siguiera creciendo, este no iba a seguir permitiendo ciertas cosas y buscaría su libertad; sin embargo, aun así buscaba la forma de manipularlo.

Después de eso Thyme lo invitó a buscar un departamento e irse a vivir juntos. La idea a Kavin le sorprendió de sobremanera, le aterró y le gustó. Ya no quería seguir en ese lugar, preso del miedo y sin comodidad, por lo que aceptó.

Su padre enloqueció cuando se enteró. Habían ido por sus cosas a casa de Kavin sabiendo que su padre estaría en la oficina, hasta que de un momento a otro apareció.

— ¡¿Estás loco?! ¡No te vas a ir de aquí! —había tomado su brazo para zarandearlo, pero Thyme lo empujó con fuerza y se puso frente a Kavin. El hombre lo miró con tanto odio que parecía que en cualquier momento le rompería la cara—. Este imbécil solo te está metiendo ideas en la cabeza.

— No voy a permitir que le hables así. Me iré.

Lita y su madre aguardaban con miedo detrás de la puerta y Thyme comprendía que el miedo podía paralizarlas, lo cual era triste.

When Thyme falls in love 《THYMEKAVIN》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora