Capítulo 8. Welcome to New York

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No estaba listo para encontrar a Thyme con algún... "amigo", o quien quiera que fuese. Ni siquiera estaba preparado para sentir esa nueva sensación desagradable en su estómago y en su pecho.

— ¿Está bien si vuelvo a mi departamento? —preguntó Thyme al supuesto amigo—. Te lo recompensaré, lo prometo.

— Sí, no te preocupes Thyme —respondió con una sonrisa—. Nos vemos mañana y un gusto conocerte Kavin.

Kavin fingió una sonrisa y lo despidió con la mano. Si respondía con palabras no tenía idea de lo que podía salir de su boca.

— ¿Por qué "mañana"? —preguntó cuando no pudo contenerse más de camino al departamento. Ambos habían estado en silencio mientras caminaban y eso lo inquietaba.

— ¿Qué?

— Dijo que lo verías mañana.

— Oh. Sí, es que trabajamos juntos.

Se quedaron en silencio otro momento y Kavin volvió a hablar.

— Entonces, ¿por eso estaban juntos hoy? ¿Salieron del trabajo y vinieron?

Thyme se rascó la nuca y sonrió con nerviosismo.

— Algo así... era... una salida para... conocernos mejor y eso.

Kavin asintió y suspiró con pesadez.

— ¿Una... cita?

— Sí, algo así.

Llegaron al edificio y subían el elevador en medio de un silencio incómodo. Kavin trataba de evaluar lo que estaba sintiendo en ese momento, estaba confundido, frustrado y con un nudo en el estómago.

— Perdón, te arruiné la cita.

— No, no te preocupes —sonrió—. De hecho ya estaba terminando, así que...

Probablemente era egoísta pensar que hubiese querido haber arruinado el momento romántico, pero la idea de que no lo hizo y que habían tenido una cita lo estaba molestando. Necesitaba calmarse, estaba teniendo pensamientos tontos e impulsivos. ¿Qué le pasaba? Suspiró con molestia.

— ¿Y te gusta? —preguntó cuando estuvieron dentro del departamento.

Para su mala suerte un maullido los interrumpió.

— ¡Kira! —Thyme cargó a la gatita con un brazo—. Kira te extrañó.

— ¿Solo ella? —preguntó, dando un paso hacia él para quedar frente a frente.

— No, no es la única —apretó los labios—. Pero dejaste de responder mis mensajes —dijo, desviando la vista.

Kavin tomó las flores de su mano y las dejó en una pequeña mesa de madera. Luego acercó su mano a la mejilla de Thyme para que pudiera mirarlo a los ojos.

— Perdón —se disculpó mientras acariciaba su mejilla—. Te vi feliz estando aquí y no quería arruinarte esa felicidad. Pensé que tal vez necesitabas ese tiempo.

— Está bien —respondió, quitando suavemente su mano de su mejilla. El gesto tomó por sorpresa a Kavin y lo hizo sentir algo en el pecho. Frunció el ceño—. Gracias por decírmelo y por venir —le mostró una pequeña sonrisa—. Sé que no tenías una mala intención, pero no me ignores así ¿bien?, luego pensaré que ya no quieres ser mi amigo.

— Está bien —asintió.

— Además, ya te había perdonado al verte con pastel en la cara y esas flores —hizo un puchero—. Son hermosas.

When Thyme falls in love 《THYMEKAVIN》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora