5

756 81 9
                                    

EMMA POV.

Todo era agua, cada vez me hundía más y aunque trataba de nadar hacia arriba algo me tomaba y me hundía, sentía mis pulmones arder y como trataba de mantener mi boca cerrará para no dejar escapar el poco aire que sentía que retenía.

-Emma.

Escuché su llamada, siempre lo escuchaba, pero a pesar de que intentaba buscarla nunca podía ver más allá de agua y oscuridad.

-¡Emma!

Mi cuerpo fue sacudido despertándome de ese horrible sueño. Al abrir los ojos está vez no encontré la soledad de mi habitación o los ojos verdes de Patricio, encontré los ojos avellana del amor de mi vida. Temblando por el miedo obtenido de mi pesadilla me aferre a ella.

-Tranquila Amor, solo fue un sueño-acariciaba mi cabello logrando calmarme solo un poco-Todo está bien ¿Quieres contarme qué soñaste?

-No

-Te puede ayudar. Amor estabas pataleando y gritando ¿Qué soñabas?

-Por favor Jenna, no quiero hablar-murmuré aún escondida en su cuello, la escuché suspirar y como decía un está bien.

Nos quedamos un rato más así, estaba apunto de amanecer y sabía que después de esto no volvería a dormir, no sin mis pastillas, solo que ya no quería tomarlas al menos no delante de Jenna, no me sentía lista para contarle todo lo que había pasado en estos cuatro años, sabía que tarde o temprano tendría que contárselo solo que no ahora.

-Si quieres duerme, yo iré a preparar el desayuno-trate de levantarme de la cama, pero ella me jalo de nuevo

-No, quédate-pidió

-Amor, tengo que contarte muchas cosas y se que ahora estás preocupada, pero por favor necesito estar un momento a solas. Noah no tarda en despertar y no quiero que me vea así.

Su avellana se encontró con mi azul y dudando de si soltarme era buena idea fue zafando su agarre de apoco.

Todos los días de estos cuatro años me pregunté qué pasaría cuando Jenna despertara, muchas veces me dije que todo volvería a la normalidad ¿Pero cómo volvía algo a la normalidad si ya no éramos adolescentes? Estábamos en nuestros plenos 22 y aunque no éramos tan adultos nuestra vida ya tenía que girar a una y ahora con un hijo. Mi terapeuta siempre me pidió que no pensara tanto en este momento, que solo lo viviera; solo que ahora tenía que vivir algo con miedo a que fuera un sueño, aún me pellizcaba tratando de convencerme que si era real: Jenna había despertado.

-Mamá, tengo hambre-salí de mis pensamientos al escuchar a Noah, traía su pijama y abrazaba el oso que Jenna ganó para mí en la feria del instituto.

-Ya casi está cariño, pero ¿Qué te parece si le llevamos el desayuno a mami a la cama?-los ojitos de mi hijo se iluminaron ante la idea y antes de gritar feliz una voz lo interrumpió

-Demasiado tarde, la cama me a tiraron antes-Jenna entró empujando su silla de ruedas

-Mami-Noah hizo un puchero pero aún así fue a darle un beso a su madre, él era el más feliz no se había querido separar de Jenna y estaba segura de que si ayer no hubiera caído rendido hubiera peleado para dormir con ella.

El desayuno fue algo irreal, ver a los dos amores de mi vida compartir mesa, rodeados de una plática agradable dónde más que nada Noah era el protagonista de sus anécdotas, ella solo sonreía y le seguía el rollo a la plática.

Mi teléfono sonó anunciando un mensaje.

DE PATITO:

-¿Irás a la cena con el vicepresidente de L-Inova?

PARA PATITO:

-Lo olvide ¿Cuándo es?

DE PATITO:

-Mañana en la noche, tú padre dice que ya que lo has dejado plantado en Francia al menos tengas la decencia de ir a esta cena.

PARA PATITO:

-¿Papá dijo eso?

-¿Sí mamá?

No alcance a ver la respuesta de Patricio cuando Noah llamó mi atención, los dos me miraban esperando mi respuestas, solo que Jenna no se notaba alegre del todo.

-¿Si que?-pregunté al no conocer su causa

-Iremos a la panadería de Patito. Mami la tiene que conocer-mire a mi esposa, ella había dirigido su atención a nuestro pequeño su mirada había cambiado a una llena de amor y ternura por él.

-¿Ya le preguntaste a mamá si quiere ir?

-A dicho que si, solo si tu aceptabas-contestó

-Bien, ve a cambiarte el pijama-de un salto salió de la cocina gritando feliz por ir a uno de sus lugares favoritos y presentárselo a Jenna.

-¿Con quién hablabas?-cuestione algo sería

-Con Pato, me recordó la cena con el vicepresidente de una empresa socia de papá. Él ahora mismo está en Francia y no podrá asistir, así que iré en su lugar-le conté al momento que comenzaba a recoger la mesa

-¿Patricio trabaja contigo?-esos eran los celos Ortega que extrañaba

-Si y no, es mi abogado y administrador. Le había comentado esta cena antes de irme a Francia con papá, Pato es el único que conoce el proyecto que le vamos a ofrecer, él iba a quedar como encargado de ir a esa cena.

-No me agrada ese tipo-refunfuño

-Si, pues tendrás que llevarte bien, Noah lo adora.

Ahora Jenna no estaba feliz con esa nueva información, pero no me importó en ese momento Patricio era mi amigo, solo eso y si Jenna se comportaba como antes del accidente podría ayudar a darme algo de normalidad en mi vida.  

Un Amor Eterno (Jemma)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora