Mi Gato Curioso

Cap.4

Sí está muy sano, pero aún lo tendrás qué traer para ponerle algunas otras vacunas, ya sabes para estar seguros

-Claro

Dijo entregando los papeles a Uraraka, quien le puso un sello y les saco una copia para darle la original a Shinsou. Era un proceso que se daba allí, cuando un animalito era más tarde reclamado por su anterior familia y está era abusiva, el nuevo dueño tenía el total derecho de no dar de vuelta al animal, a menos que el nuevo dueño demuestre qué no es dueño adecuado. Por lo que Shinsou no debia tener ningún problema con qué el anterior dueño de el gato, se lo intentará quitar, sí es qué alguien venía en algún momento

-Bien ten, como sé que lo cuidaras bien. También te tengo un regalo, te voy a regalar algunos juguetes para gato y algo de comida

-Muchas gracias Uraraka... Mm Uraraka, esto no es comida para gato

-Lo sé, pero se negó rotundamente a comer comida para gato

-Ya veo- ¿Un gato podía ser quisquilloso? Había odio de ellos, pero incluso así comían las croquetas. Qué se haya negado totalmente a comerlas era curioso

-Lamento no haberte dicho eso antes

-No, no, está bien, solo tengo suerte de haber olvidado comprar comida para gato antes de venir, sino estaría en problemas

-ja, ja, ja

Uraraka se despidió del gato, el cual la miraba asustado, seguro abanicado de que su jaula se estuviera moviendo

Shinsou salió del lugar caminando. El camino a casa pareció relajar al gato que dejo de moverse tan ansiosamente en la jaula. Una vez llego a su departamento, donde dejo la jaula en suelo para agacharse y ver dentro, noto que el gato estaba mirando por todos lados entre confundido y analizando el lugar, no parecía del todo desconfiado o asustado, hacique al menos sabía que su anterior dueño no habia sido abusivo, solo lo abandonó. Él abrió la jaula, pero como ya sospechaba, el gato no salió inmediatamente de ella, solo se quedó mirando su mano mietras levantaba levemente su pata derecha, era evidente que pensaba atacarlo si llegaba a intentar tocarlo. Hacique decidió darle tiempo para acostumbrarse a su nuevo hogar y se levantó dejándolo solo

Abrió las bolsas de regalo, sacando los juguetes y dejándolos esparcidos por el suelo a ver si eso lo motivaba a salir, aunque también Izuku le habia comentado que el gato rara vez jugaba, aun debia ser muy precavido. También por si acaso le preparo algo de comida que normalmente seria para él, (Obviamente adaptada a su paladar para no lastimar su estómago). Puso los trates en el suelo no muy lejos de él por si quería volver a meterse dentro y se fue a su cuarto a cambiarse, tomaría tiempo ganarse la confianza del gato, esa era una sé las cualidades que mas admiraba de los felinos, el que tenías que ganártelos. Además, aun debia inventarle un nombre, quería pensarlo un tiempo. No hacer como su padre que llamaba a los gatos como marcas de dulces o papas, dependiendo si su personalidad era dulce o salada o incluso "Picante"

Una vez cambiado, se fue a su sala solo para ver al gato por el pasillo, claramente explorando su nuevo hogar. Apenas lo vio este se paró en seco levantando la cola y mirando fijamente. Intento no verse intimidante al encorvarse un poco, pero aun con eso, el gato dio un paso atrás

-¿Hola, amigo?, esta es tu nueva casa supongo. Soy Hitoshi Shinsou, y lo siento aún no te he dado un nombre, pensaré en uno pronto

Lo último pareció ofender al gato, quien le maulló y se sentó mirándolo como si estuviera desafiándolo. No duro mucho su concurso de miradas antes que el gato, de la nada pareciera darse cuenta de algo, se parara e ignorara su existencia, para pasar a investigar su habitación. Shinsou solo miro al gato confundido... Un nombre de papas picantes encajaría con él... ¿O talvez unas agridulces? No, no nada de nombres de frituras, un nombre normal

Sacudio su cabeza y fue a descansar al sofá a ver alguna película o solo las noticias, después de un buen rato sin escuchar nada, fue a investigar donde estaba el gato, encontrándolo mirándose al espejo del baño, parecía muy curioso mirándose, casi parecía una chica analizando su reflejo para ver que su maquillaje esté en orden

-Ese es tu reflejo, no otro gato

Si algo sabia, era que la mayoría de gatos que tuvo, es que ellos no se reconocía en el espejo, y lo último que quería era a ese gato peleándose contra su espejo de baño, para luego tirarlo y romperlo. Pero este gato en particular pareció extremadamente ofendido, le lanzo un fuerte maullido, para después bajarse del lavamanos y caminar como si esta fuera su casa, y no como si acabara de llegar hace apenas unos minutos. Camino incluso con elegancia directo a su plato de comida, hasta para comer parecía tener clase

Ese gato era muy peculiar...