Jonathan
Me fui a trabajar en el lugar de Eleanor, no dejaba de darle vueltas al asunto que haya descubierto quienes eran mis padres.
Yo desde niño crecí en un orfanato hasta que ellos llegaron a adoptarme, y me llevaron a vivir a otra ciudad, creí que todo cambiaría, y sí fue así, pero para mal ya que sufrí burlas en la escuela y me era muy difícil hacer amigos por lo mismo. Ahora que conocí a Tomás, ha sido un grandioso amigo y jamás ha mencionado algo ofensivo contra mis padres.
Limpié algunas mesas y recibí una buena propina en cada una, más tarde le llevaría ese dinerito a Eleanor. Todo iba bien, hasta que sentí una fuerte nalgada, lo cual me hizo voltear, pero no vi a nadie. Había olvidado que Eleanor disfrutaba esto, y más aún de su novio. Pero estando en ese cuerpo, no se sentía para nada bien que alguien más tocará de forma agresiva esa parte.
Eleanor
Tomas notaba que no estaba actuando normal últimamente, pero ni siquiera conocía bien a Jonathan como para imitarlo a la perfección, era una plática entre él y yo que nos hacía mucha falta.
—Vas bien con el canto —dijo Tomás—. Pero debemos practicar más, en especial con You're going to lose that girl.
—No puedes culparme, tengo que estudiar. Es inútil, dentro de poco es el examen de estadística y no puedo concentrarme en ambas cosas al mismo tiempo —me quedé pensativa un rato—. Tal vez sí sería buena idea poner a cantar a Eleanor...
—¿Qué? —preguntó molesto mientras acomodaba las cuerdas de la guitarra—. Entiendo que Eleanor tenga buena voz y que puede ayudarnos, pero eso no se verá bien ante la sociedad. Las mujeres no cantan canciones de los Beatles, solo las corean y las bailan —hizo una pausa y volteó a verme— ¿Qué te pasa últimamente? Actúas como si fueses una chica...
—No, qué ridiculeces dices —dije tratando de disimular.
Tocaron el timbre, Tomás se levanto y fue a abrir, era Jonathan, quien saludó con un apretón de manos y un golpe en el hombro a Tomás.
—¿Cómo estás hermano? —preguntó amigable.
—Ah... Eleanor, ¿estás bien?. Tú jamás me saludas de esta manera.
Ella se siguió de largo y me saludó a mí, no con un beso, ni con un abrazo. Solo me dio un apretón de manos. Se siguió a la cocina y sacó de la alacena una botella.
—Necesito un trago —exclamó.
Tomás no paraba de ver cómo Jonathan, o mejor dicho "Eleanor" sacaba la botella donde se supone solo ellos sabían.
—Eleanor, es una falta de educación lo que estás haciendo. ¿Cómo diablos se te ocurre meterte así como si fuese a tu casa a robarnos la bebida? ¿Y cómo supiste dónde estaba? —despues volteó a verme—. ¡Tú le dijiste dónde estaba! Creí que sabías guardar secretos —se acercó y me propinó una cachetada.
—Tomás, por favor, tranquilo. —indicó Jonathan tratando de tranquilizarlo—. Él no me dijo nada.
—Tú no te metas —le señaló con el dedo amenazándolo—. Y te quiero fuera de mi casa, señorita —empujó a Jonathan hasta la puerta y después cerró con seguro.
Se acercó a mí y me gritó...
—¡No entiendo qué te sucede últimamente! Pero si no te comportas, temo que tendremos que cancelar la presentación y mudarnos cada quien por su parte. Ya no aguanto —subió las escaleras y se detuvo en el descanso— me voy a dormir y espero que para mañana vuelva ese amigo que tenía antes.
—Yo también —respondí al borde del llanto, me limpié los mocos con la manga de la playera y continué llorando—. Ya no soporto esto, quiero volver a ser yo.
—¡Ay Dios mío! —Tomás puso los ojos en blanco, continuó subiendo las escaleras y llegó a su habitación cerrando la puerta de su habitación con fuerza.
La situación estaba tensa, quisiera poder decirle a Tomás "Ey, resulta que yo soy Eleanor" pero sé que jamás me creería, no podía arruinar la carrera musical de Jonathan, sé que para él era importante cantar, sin embargo no sabía cómo regresar a la normalidad. Me encantaría que esto solo de tratará de una horrible pesadilla y el día de mañana poder regresar a la normalidad. Me preguntaba. ¿Estará Jonathan viviendo la misma pesadilla que yo o lo estará disfrutando?
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¿Qué Haces En Mi Cuerpo?
HumorEra el año de 1980 en la ciudad de Acapulco, Guerrero, donde el machismo aún predomina. Eleanor Ruiz se preparaba para salir de la universidad, pero nunca creyó que una noche de canto lo cambiaría todo y terminaría demostrando que a veces los chicos...