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Desde que John se caso y tuvo a su pequeña rosie había dejado de visitar a Sherlock. Si, se habían reconciliado después de haber perdido a su esposa. Este había pensado en mudarse otra ves con el, pero todavía no podía tomar una decisión.

Era un gran cambio, le tomo varios meses aceptarlo, amaba a Sherlock, desde hace mucho tiempo, pero también amó a Mary y no podía dejarla así como así solo porque Sherlock había regresado.

Tomo su decisión e iba a hablar con el detective qué lo tenía loco, pero jamás se espero encontrarlo en esa situación.

Llego al 221B qué había sido su hogar por varios años, se sorprendió al ver que todo estaba tirado y regado por el suelo. Había ahí un gato negro por arriba del escritorio, el rubio iba a ir a quitarlo de ahí y a sacarlo a la calle hasta que alguien lo detuvo.

Sherlock estaba en su habitación hasta que escucho que alguien entraba al departamento, podría ser la Sra. Hudson pensó, pero ya lo hubiera llamado, así que dedujo qué era John por la confianza con la que entro al lugar. Salió a ver que se le ofrecía, tenía casi un año y medio sin verlo, ya no lo visitaba y el no quería molestarlo porque ya tenía a su hija.

John se sorprendió al ver que Sherlock lo detenía de tomar al gato y hecharlo a la calle

-¿Qué haces con mi gato John?!

-¿Es tuyo?! - pregunto igual de sorprendido

-Obviamente, si no, no estaría aquí

-¿Porque tienes un gato? - le pregunto después de un poco de silencio, se tomó el tiempo para observalo y vio que estaba en deplorables condiciones, tenía rastros de no haberse rasurado en meses, de no heberse alimentado bien, ni tener una buena conciliación de sueño. - ¿Qué te paso? - le pregunto preocupado

-Ese gato es mi mascota - dijo mientras lo tomaba entre sus brazos - el ha cuidado de mi, no me ha dejado solo - deposito un pequeño beso en el felino y lo empezó a acariciar - ¿Qué te trae por aquí? Tenias mucho sin venir - evadió su última pregunta

John sintió pena por Sherlock, lo había dejado completamente solo, ni una llamada o algún mensaje, se sintió terrible. El detective tenía su vida de cabeza, no necesitaba tener su intelecto para saberlo.

-Dios Sherlock, siento mucho haberte dejado, quería acomodar mi vida y te deje completamente solo...

-No te preocupes John, se que no querías pasar tiempo con el hombre que asesino a tu esposa - dijo melancólico

-Tu no la mataste Sherlock, ya habíamos hablado de eso - se sintió terrible

-Entonces.. ¿Que se te ofrece querido amigo? - tenía esa duda, ¿A que venía John?

-Quería hablar contigo, ver como estabas... Y.. Si se podía, regresar contigo.. - dijo con nerviosismo

-Te dije que aquí eras bienvenido siempre que tu quisieras pero como ya no veniste pensé que nunca lo harías... - siempre tuvo la esperanza de que John volviera con el, y si no podía ser más que su amigo, pudieran retomar su relación de siempre

-Si.. De verdad lo siento Sherlock... Pero quiero y... Si tu quieres, regresar a como era antes

-Ya nada va a ser así John y lo sabes.. - dijo en un tono triste

-Pero puede ser mejor - dijo mientras se acercaba a él

-¿Y como puede mejorar? - no quería ilusionarse con algo más que una amistad

-Así - tomo el rostro del detective y deposito un beso en sus labios, este no dudo en corresponder

-Es... Enserio.. ¿Esto es lo que quieres?

-Si Sherlock... Quiero pasar el resto de mi vida contigo después de tanto tiempo. Se que te lastime, pero yo también tenia cosas que pensar.

-Si, lo entiendo John - aun tenia a su gato

-Y.. ¿como se llama? - trato de romper el hielo

-John - susurro

-Snif - se limpio la lagrima qué amenazaba con salir - siento haberte dejado Sherlock - lo abrazo - jamás lo volveré a hacer y ahora estaré para cuidarte a ti y a tu bola de pelos - rio, no podía creer que el único detective consultor del mundo, ese frío hombre, tuviera una mascota y cuantí más que le pusiera su nombre - Te amo Sherlock Holmes, estaré para ti siempre - lo volvió a besar..

Headcanons Johnlock ❤️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora