Asusto: Híbrida.
Advertencia: No.| | | | | | | | | | | | | | | | | | | | | | | | | | | |
Frunció el ceño observando a su hermana.
—A ver wey, ¿tais bien tiu?—. Preguntó con burla.
—¡Alexis ya!—. Se quejó la mayor por meses.
<<—Pues oye, si mi naturaleza me pide sangre la tomaré—>>
—¡No podemosss! Entiende por amor a Drácula.
Rodé los ojos.—Aria, no voy a ser un vampiro domado, entiende... ¡Auch!—. Soltó ante el golpe que su hermana le proporcionó.
—Vamos a ir a comprar la fórmula, te la vas a tomar y punto—. Tomó aire innecesariamente.—¡¿ME ESCUCHASTE?!—. Gritó. Asentí.
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Omnisciente.
—¿Por qué viven en el mundo humano?—. Preguntó con el ceño fruncido.
—Porque sí—. Dijo burlona.
—Vete a la verg-—.
—¡Hola!–. Dijo una señora.—Pasen, pasen—. Volvió a decir, arrugó un poco la nariz.
Entraron a lo que todos los vampiros arrugaron la nariz.
—Hola, soy Aria—. Dijo sonriente mientras que su hermana con tatuajes cubriendo su cuerpo, cruzada de brazos, con su capa y ropa negra de cuero, observaba la puerta.—Ni se te ocurra—. Dijo en un susurró.
Alexis gruñó fuertemente.
—Rápido que la luna está apunto de salir.
—¿La Luna?—. Cuestionó Ana.
Ulises asintió yéndose.
—Sí, Luna. Mi hermana es una híbrida y Ulises nos hizo el gran favor de inventar una fórmula que evite que mi hermana tenga sed de sangre. O sea, matar.
Daisy, Mirco, Lucia, Vicente y Zaira bajaron discutiendo, bueno el rubio solo bajó.
La peliplateada de ojos azules los miró fijamente, sobretodo a los humanos, los colmillos de ella sobresalieron viendo a Lucia.
La chica Barragan sonrió mientras apartaba su cabello estirando su cabeza para dejar su cuello expuesto.
—¡ALEXIS!—. Demandó la mayor haciendo una pelea de miradas con ojos rojos. Alexis volvió a gruñir mientras que las garras de sus manos se clavaban en el cuello de su hermana, volteó a ver de nuevo pero se topó con unos ojos cafés confundidos. Mirco Vladimoff. Su mano dejó de apretar a su hermana quien sólo movió su cuello haciéndolo tronar y curarse. Vio a su hermana caer de rodillas mientras el tatuaje de luna llena brillaba.
Soltó un gritó desgarrador llevando su manos allí, se calmó y retrocedió levantándose rápidamente.—Esto no puede ser—. Gruñó con ojos rojos combinados.
—¿Estás siendo Lobo o vampiro?—. No respondió, apretó sus manos sacando sangre. Ulises llego corriendo quedándose quieto al verla.
Aria le arrebató la fórmula e hizo que su hermana se la tragará.
—¿Cómo te llamas?—. Preguntó al chico de pelo largo.
—Mirco Vladimoff—. Dijo la chica humana.
—Mirco, te presento a tu alma gemela—. Se movió a un lado mientras que su hermana se tranquilizaba.—¿Ya paso?—. Preguntó a ella con burla.
Relamiendo sus labios entrecerró sus ojos con furia y miró a su hermana.
—Vamos con papá, y no, ya no más órdenes de tu parte—. Anunció saliendo sin más. Aria se quedó quieta mirando a Mirco. Sonrió nerviosa y rió.
—Va a volver, solo hay que esperar a que se le pase su maldito enojo, adiós Mirco Vladimoff—. Cerró la puerta y desaparecieron...