Observé con rareza a mi compañero de proyecto. Él decía que había estado en cosas ya pasadas.
—¿Cuántos años tienes, 200?-. Me burle al escucharlo.—Ay no me digas, ya sé. Eres un vampiro-.
Mi hermana Lucia entró y pensé que me iba a regañar por burlarme, pero no, empezó a balbucear.
—¿Ta's bien?-. Le pregunté preocupada.
—¡Sí!-. Se fue rápidamente gracias a su novio; Mike, el hermano de Mirco.
Lamí mis labios y lleve mi vista al libro.
Mirco empezó a leer en voz alta, lo escuché con atención. Momentos después todo se volvió negro. Pero no estaba dormida.
—¡LUCIA! ¡LUCIA!, ¡AYUDA, NO VEO NADA! ¡AYUDAAAAAAAA!-. Grité, escuché la puerta pero después de allí no escuché nada.
Sentí una presión en mis labios, me moví y casi caigo.
—¡No puede ser!-. Daysi.
—¡Al fin!-. Alcé mis brazos feliz.—Ya puedo oír. Lucia, ¿se fue la luz?-. Pregunté mientras movía mis brazos, choque con un abdomen, lo toque hasta llegar a la cara.—¿Mirco?-. Golpeé repetidamente.
—Sí, soy yo, ya para-. Emitió mientras sostenía mis manos.
Después sentí como alguien me dejaba en la cama, y me daba un... ¿Beso? Uno que verdaderamente duro más que un pico.
—¡¿Quién fue?!-. Me exalté.
—Tú cálmate-. Pidió Daysi.
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—¿DÓNDE ESTÁN Y POR QUÉ NO VEO NADA?-. Grité.
Pasaron unos segundos cuando volví a ver.
—¡¿Qué me pasó?!-. Lucia, Mirco, Daysi, y Mike se miraron entre sí.