El ingresar a la universidad es una nueva etapa. Para algunos es emocionante, pero para otros, es solo una presión más; y como no, si la universidad es una responsabilidad muy grande.
Y Fourth era de los que pensaba que solo tendría otra presión más.Faltaba solo una semana de vacaciones, la siguiente sería demasiada pesada, pues seria más papeleo que nada.
Tal vez muchos pasarían su última semana viviendo lo al máximo, viajando, llendo de fiesta, salir con amigos, pero para fourth, todo eso le resultaba aburrido, se la paso todas las vacaciones encerrado en su casa, dibujando y tocando música.
Claro que salía a veces, pero obligatoriamente por su madre; las únicas veces que salió por si mismo era cuando iba a la tienda para comprar comida o ir al centro a comprar cuerdas para guitarra e instrumentos para dibujar.
No le interesaba el mundo, solo le gustaba pasar tiempo con él mismo.A pesar de esto, si tenia amigos, o más bien un "casi amigo" como lo llamaba el; satang se acercó a él hace no mucho, unos 9 meses para ser exactos. Suelen contarce muchas cosas pero era rara vez la que se juntaban, pues satang tenía amigos aparte y solía estar ocupado con su vida.
Conforme pasaba la semana, el castaño más dormía y más comía, sabía que después de que trasncurriera toda la semana se debía levantar temprano y solo "desayunar" una manzana o alguna fruta.
•~•~•~•~
—fourth, ¿ya estas listo? Nos vamos en 15 minutos— le hablo su madre acomodando su cabello frente al espejo.
—¿Que dijiste?— pregunto un fourth medio dormido, despeinado y aún con su pijama.
—Ay hijo de tu ma...ya son pasadas las 2 de la tarde, te hable desde las 12 y apenas te vas levantado.
El castaño apenas y podía entender lo que su madre quería decirle; lo único que capto fue que debía bañarse y arreglarse.
Ya estando en el centro comercial, decidieron separarce para comprar lo que debían, y después encontrarse frente a la pizzeria.
El castaño sabía lo que quería exactamente, así que no se tardaría mucho, por el lado de su madre, sabía que se tardaría años, por lo que después de comprar, se daría un vuelta.
Fue a la tienda de instrumentos musicales, pero no encontró al vendedor, solo a un joven acomodando algo.
—Disculpe, ¿trabaja aquí?— el contrario lo miró un una cálida sonrisa y negó.
—No, yo también estoy esperando al encargado pero tiene un rato que no esta, me quede aquí para que nadie robe nada— lo primero que pensó el castaño fue en lo atento y amable que era aquel joven, también en lo apuesto que era.
—Bueno, supongo que lo esperare también— comenzó a recorrer la tienda observando con detenimiento las guitarras.
Quería comprar una, ya que la suya ya estaba algo vieja pero aun no conseguía el dinero suficiente.
—¿Eres músico?— el castaño dio un pequeño brinco del susto que le provocó el joven.
—Lo siento, no quería asustarte.
—Esta bien, no pasa nada, ¿que habías preguntado?
El pelinegro sonrió, algo que hizo sentir raro al castaño, su sonrisa le transmitía un extraña calidad, algo que nadie le había hecho sentir.
—Te preguntaba si eras músico.
—Sinceramente no, pero me gusta tocar instrumentos, especialmente la guitarra, también escribo canciones pero solo es un pasatiempo, la mayor parte del tiempo solo escucho música de cualquier tipo— el pelinegro escuchaba atentamente a lo que el castaño decía, este al darce cuenta se disculpo —. Lo siento, hable demasiado, que raro...— esto último lo murmuró, ya que realmente lo era, jamás había hablado con un extraño de manera tan confiada.
—No pasa nada, me gusta escuchar a la gente.
El castaño solo podía pensar en lo raro que era este tipo y en la calidez que le transmitía.
El señor de la tienda finalmente llegó y les agradeció a ambos chicos por haber cuidado su local.
Finalmente los atendió por separado.
El castaño fue el primero que se iba a ir, pero el pelinegro lo detuvo.
—Oye, ¿como te llamas?— pregunto tomándolo ligeramente de brazo para que este se detuviera y volteara.
—¿Para que quieres saberlo?
—Simplemente quiero saber, si nos volvemos a encontrar, sabré como llamarte— respondió de nuevo con su sonrisa.
El castaño dudo en responder pero finalmente le respondió.
—Soy Fourth, ¿y tu?
El pelinegro iba a responder pero una señora se acercó al castaño casi casi, corriendo.
—¡Fourth! Te estaba buscando, ¿por qué te tardaste tanto? Tenemos que irnos rápido— le dijo su madre a Fourth.
Este la miro confundido, pero después de unos cortos segundos capto.
Comenzaron a caminar pero antes de que se alejaran más, el castaño se volteo y se despidió sacudiendo la mano hacia el pelinegro, acto que este también imito.—Que lindo— murmuró con una sonrisa en la cara sin dejar de ver al castaño alejarce.
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Estaré a tu lado ~GEMFOU~
RomancePara muchas personas, el compartir habitación con alguien suene divertido, e incluso, puedes llegar a tener un vínculo con esa persona, y para fourth no fue distinto al saber quien era esa persona. Pero no sabia que aquel joven, cambiaría su vida y...