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Era viernes y Bella estaba urgida por terminar de trabajar, el fin de semana quería descansar de todo ya que la semana había sido pesada

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Era viernes y Bella estaba urgida por terminar de trabajar, el fin de semana quería descansar de todo ya que la semana había sido pesada. Lo único que deseaba en esos momentos era llegar a su casa y tirarse a la cama a dormir sin preocupación alguna.

Cuando Bernardo termino su trabajo, le propuso ir a divertirse por Reinó Unido pero la chica se negó a ello, insistiendole en que el fuera solo, despidiéndose de el con una a cálida sonrisa y deseándole una buena noche.

Al paso de unas horas alguien tocó a la puerta y Bella exclamó un pase agotada.

—Pense que no había nadie—dijo entrando por completo a la oficina.

Harry observo todo el lugar y su vista cayó en las rosas y sonrió inconscientemente, pero esta se le borro rápidamente cuando vio que junto de ellas habían otras flores.

—Buenas noches para usted también señor Potter—saludo Bella recargandose en su asiento.

—Perdon por no saludar—se disculpo Potter dirigiendo su atención a la joven.

—No se preocupe—le resto importancia.—¿Dígame en qué le puedo ayudar?—pregunto haciendole una señal con la mano para que tomara asiento.

Ella dirigió su vista a la cara del chico llamándole la atención la ausencia de la poca barba que llevaba hace unos días y su cabello milagrosamente se veía más acomodando de lo de costumbre. Le sorprendía notar todos esos cambios, haciéndola pensar que verdaderamente le importaba.

—Solo venía a decirle que el lunes a primera hora, salgo rumbo a Francia para arreglar los conflictos de los squibs—dijo ya estando sentado frente a ella.

El aroma de su fragancia inundo las  fosas nasales de Bella, sonriendo ante eso.

—Si la señorita Hermione ya me había puesto al tanto sobre todo—exclamo ella, dejando de lado sus pensamientos.—Estos son los documentos—mostro.

Harry tomo la carpeta y ojeo rápidamente su contenido.

—Hare lo más que pueda—aseguro.

— Si logra el cometido me mandarán una lechuza para informarme que tengo que presentar en el Ministerio para firmar—explico.

Harry escucho con atención, con sus dedos recorriendo suavemente su barbilla.

Bella tenía una gran confianza en que el lo podría arreglar todo, su gran terquedad que lo caracterizaba lo iba a ayudar mucho.

—La lechuza llegara—aseguro.

Ella asintió sonriendo.

—Le aconsejo que lea todos los papeles para que sepa más o menos a lo qué se enfrentan. Confio en usted—motivo.

𝐎𝐁𝐋𝐈𝐕𝐈𝐀𝐓𝐄 ; WIZARDING WORLDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora