Después de la derrota de Voldemort sale a relucir la infidelidad, logrando un cambio 360 a la vida de Dalila, quien tendrá que alejarse de todos por su bien.
Y asi es "todos vivieron felices para siempre pero... ¿quien dijo que juntos?
Prohibido su...
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El corazón latía muy rápido parecía que se iba a salir de su pecho, todo el cuerpo temblaba y simplemente salían lágrimas de sus ojos que recorrían por sus mejillas rápidamente.
Sus manos las recargó en la mesa, con la cabeza revuelta en mil preguntas.
No podía estar pasando esto.
No ahora.
Ginny no podía estar embarazada.
Harry no podía ser papá.
Es posible que haya asestado el golpe final.
¿Cómo podría seguir diciendo que la amaba, sin percatarse que estaba muriendo?
El aire estaba cargando de perdida e indecision.
¿Cuánto tiempo más podrían ser una canción triste, hasta estuvieran tan perdidos como para no poder revivirlos?
Le dió todas sus mejores versiones, su empatía interminable. Y todo lo que hacía fue sangrar al intentar ser el soldado más valiente, luchando únicamente en su ejército en el frente, siempre ignorada.
Ella solo quería que la viera.
El dolor la apuñalaba en el pecho, ella era culpable y la única persona que se estaba haciendo daño, por dejar que sus sentimientos salieran a la luz otra vez.
Desde hace mucho tiempo tendría que haberlo dejado de quererlo.
Lo único que Harry Potter le causaba era más dolor. Eso era el. Un hombre que amaba a pesar de todo, pero que le causaba mucho dolor.
Envidia a Ginny, ella iba a poder ser todo lo que Dalila alguna vez quiso ser junto a Harry.
¿Como podia ser tan ingenua de nuevo? ¿como?
-¡TODO SUCEDIO POR IR A ESE MALDITO DESAYUNO!-grito Bella desgarrando su garganta, desesperada.
En un impulso tomo el garrón que estaba de flores que estaba en la mesa y lo tiro, cayendo al suelo en mil pedazos.
-¡MALDITA SEA! ¿POR QUE SIGUE DOLIENDO? ¿POR QUE?
Volvio a gritar, sus piernas se debilitaron desplomandose, pero antes de que sus rodillas tocaran el suelo, alguien la sujeto de los brazos, impidiendo qiw callera al suelo.
—Hay vidrios en el suelo.
Bella abrió los ojos con sorpresa, pero antes de que pudiera decir alguna cosa, él la cargó y la llevó hasta el sofá.
Tenerla entre sus brazos fue un sentimiento tan nuevo y emocionante para él que le costaba pensar en otra cosa.
—¿Que haces aquí?—fue lo único que salió de su boca.
