Después de la derrota de Voldemort sale a relucir la infidelidad, logrando un cambio 360 a la vida de Dalila, quien tendrá que alejarse de todos por su bien.
Y asi es "todos vivieron felices para siempre pero... ¿quien dijo que juntos?
Prohibido su...
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La vida te podía llevar por varios caminos y tú decides si seguirlos o no. Pero también la vida puede dar muchas vueltas y las decisiones tomadas con el enojo y rencor a veces no pueden ser las mejores, pero el hubiera no existe.
Su dormitorio era grande. Desde los ventanales se veían los hermosos campos de la mansión. Las paredes negras, y los accesorios, verde esmeralda.
Tomo su pelo con un puño, besándole la comisura de sus labios, la mandíbula y la garganta. Bella apoyo sus manos en el pelo de Malfoy tirando suavemente de el, intentando calmar su acelerada respiración.
Ella levanto la cara y los ardientes ojos grises del joven la miraban a través de sus pestañas, increíblemente largas. Draco sin apartar sus ojos de los de Dalila, pego sus manos a su cuerpo, deslizándolas hasta su trasero y avanza hasta los muslos arrastrando con ellas el vestido. El aire frío pego sobre su piel ahora desprotegida de Bella. El contraste de la mano ardiente del joven acariciándole muy despacio la cadera, provocando en ella un escalofrío por toda su columna vertebral.
El whisky había hecho efecto en los dos, habían perdido la cabeza para este punto, pero era lo último que les importaba en ese momento.
Los botones de la camisa de Malfoy habían sido desabrochados por la joven con mucha habilidad. Draco se desabrocho el boton de su pantalon y se lo quito despacio sin apartar los ojos de Dalila. Se inclino sobre ella, tomando sus tobillos, para separar rápidamente sus piernas y avanzar por la cama entre ellas. Quedando suspendido encima de ella.
Mete una mano por debajo de su cabeza atrayéndola a él. El beso era exigente, su lengua y sus labios, persuasivos.
Dalila ahogo un gemido en su boca y su lengua indecisa se encontro con la suya. Siente su erección, que empuja lánguidamente contra su cuerpo. Apenas podia resistir las desenfrenadas sensaciones.
-Si supiera Potter que ahora tú eres mía, seguramente me querría matar-murmuro.
La observo con expresión impenetrable, rodeando suavemente sus pechos con las manos.
Metio el dedo índice por la copa de su sujetador, bajando muy despacio para dejar su pecho al aire. Desplaza el dedo hacia su otro seno y repite el proceso. Ante el tacto sus pezones endurecieron.
Sus pezones sienten sus hábiles dedos y sus labios, que encienden sus terminaciones nerviosas hasta el punto de que todo el cuerpo de Dalíla gime en una dulce agonía.
Draco para y la ve a los ojos, pidiendo permiso para continuar.
-Hazlo.
El se inclino apoyando las manos a ambos lados de su cabeza, de modo que quede suspendido por encima de ella. Se acomodo comenzando a introduccirse suavemente dentro de ella. Se quedó quieto por unos segundos para que sus paredes vaginales se acostumbran al tamaño. Entraba y salía de forma lenta. Sus movimientos los aceleraban cada vez más, mientras aumentaba el placer.
