Delicate "Park Sunghoon,, (PAUSADA)

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── ¿Qué tal si vamos a la feria? ── Riki recomendó mientras en su cara aparecía una sonrisa inocente.

Los chicos estaban en mi casa, pues habían venido todos juntos para pasar el rato.

── Creo que se te olvida que trabajo los fines de semana ── Yo dije lanzándole un cojín que se encontraba en mi cama y él soltó un quejido.

── Sieun, casi nunca podemos salir contigo ── Wonyoung se quejó fingiendo un llanto y yo rodé los ojos.

── Es que yo sí me quiero independizar, no como Riki que se quiere quedar hasta los 30 en casa de sus papás jugando todo el día a la
play ── Todos se rieron de mí comentario, a excepción del mencionado.

── Esto ya es personal, siempre la agarras conmigo ── Riki alzó su voz encogiéndose en una esquina de mi cuarto como un niño pequeño.

── Era broma, Riki, yo te amo ── Él alzó su cabeza y yo formé un corazón con mis manos.

── Sieun, ¿No deberías estar en la tienda ya? ── Jungwon intervino y yo miré la hora en mi celular. Abriendo mis ojos con sorpresa cuando la pantalla se iluminó.

── Mierda ── Susurré mientras me metía al baño a cambiarme. Salí rápidamente de allí y todas las miradas se dirigieron a mí.
── ¿Qué? ── Pregunté incrédula con una sonrisa de lado.

── Te acompañamos ── Sunoo me regaló una sonrisa de complicidad y yo tomé todas mis cosas, bajando las escaleras a toda prisa.

Apenas estuvimos en la calle, comenzamos a correr hacia la tienda de conveniencia. Casi llevándonos todo por delante, aunque en una ocasión Riki se golpeó con un arbusto por andar distraído, haciéndonos reír a todos.

Llegamos allí agitados e intentado recuperar el aliento, abrí la puerta y me dirigí a la caja con desesperación, disculpándome con la chica del turno anterior por la tardanza.

── Se pueden ir a la feria si
quieren ── Llevábamos un rato dentro del local y estaban más intranquilos de lo normal.

── ¿No quieres que te hagamos compañía? ── Sunoo me envió una mirada de desagrado y yo puse los ojos en blanco.

── No es eso, es solo que ── Iba a seguir hablando, pero la campana de la puerta me interrumpió haciéndome mirar hacia la entrada del local.

Me encontré con la mirada de aquel chico castaño, la cual evité al instante, tragando en seco y dirigiendo mi vista a mis manos. Escuchando una pequeña risa por parte de Wonyoung.

── Hola ── Sunghoon se paró frente a la caja haciendo que subiera mi mirada a él.

── Hola ── Contesté de manera casi inaudible y le di una sonrisa. ── ¿Qué haces aquí? ── Pregunté ingenua y luego me sentí estúpida por la pregunta.

── ¿No puedo venir a comprar? ── Él se rió y yo igual, pero de manera nerviosa.

── No ── Solté mirándolo de nuevo y él levantó ambas cejas. ── O sea, no, si puedes venir a comprar, ¿Por qué no podrías? Eso sería extraño ── Yo hablé rápidamente trabándome con mis propias palabras y él rió.

── En verdad, solo quería venir a hacerte compañía ── Él sonrió y yo miré a mis amigos, quienes hacían caras de asombro y celebraciones en silencio. ── Pero veo que ya tienes compañía ── Apretó los labios y cuando iba a hablar me interrumpieron.

── No, nosotros ya nos íbamos ── Jungwon se metió en la conversación y señaló la puerta mientras sonreía.

Sunghoon les sonrió y ellos salieron del local, haciéndome que maldijera en todos los idiomas posibles.