Era una noche oscura y tormentosa, de esas que no son aptas para hombres ni animales y, sin embargo, allí estaba Louis, surcando la lluvia torrencial.
Sus manos tienen los nudillos blancos sobre el volante mientras su corazón late al ritmo de los rápidos thump-thump-thump de los limpiaparabrisas, tratando de limpiar la cascada de agua en un esfuerzo inútil. No es que importe. La visión de Louis se ve afectada tanto por el agua en el cristal como por las lágrimas que brotan de sus ojos.
No hay farolas que guíen su camino, no aquí, donde sea que esté aquí, y no hay luna rompiendo las nubes atronadoras. Incluso los relámpagos que golpean la tierra empapada son bloqueados por el espeso dosel de árboles que se cierran sobre él, rodeándolo, haciéndolo sentir claustrofóbico, como si no pudiera respirar.
No debería estar en la carretera. No en este clima. Pero no podía quedarse en la cabaña ni un momento más, no después de que su relación, y con ella, sus esperanzas y sueños, se hubieran hecho añicos en un millón de pedazos como el jarrón que había arrojado con una ira cegadora cuando Vincent le había destrozado el corazón.
Louis solloza con un grito de angustia al recordar fragmentos del discurso de lástima de Vincent, frescos y dolorosos, atravesándolo como una hoja de acero, hiriendo su alma de una manera que sólo las palabras pueden hacerlo.
No puedo hacer esto más. No estoy seguro de saber lo que es el amor. Tu mereces más. Merezco más
La vida en la que se había despertado esta mañana es como un recuerdo lejano y en cruda comparación con este estado alterado en el que se encuentra, ya no lleno de amor y alegría y un plan bien diseñado para el futuro. Ahora no tiene a nadie ni nada. La única persona con la que creía que podía contar para todo lo había traicionado y en un instante lo habían despojado de todo.
Y así conduce, tratando de dejar atrás su corazón roto, de escapar, pero hacia donde ni siquiera sabe.
Louis acelera, apenas capaz de distinguir las líneas guía en el alquitrán frente a él, el camino girando y girando, negro e inundado. Sus faros se reflejan en el diluvio de gotas de lluvia que golpean el techo de su pequeño automóvil; ensordecedor, interminable. Ha estado conduciendo durante demasiado tiempo, puede sentirlo, no está seguro de si el desvío del camino de tierra desde la cabaña fue un error, se dio la vuelta y se confundió, su cerebro es incapaz de determinar la izquierda de la derecha, arriba de abajo mientras repite los últimos cuatro años de su vida.
¿En dónde había salido todo mal? ¿Había señales que debería haber visto? ¿Había sido demasiado necesitado, demasiado intenso, demasiado obsesionado con su futuro y con lograr sus objetivos juntos? Había pensado que eso era lo que Vincent había querido, siempre tan ambicioso, tan motivado. Louis lo había apoyado mientras terminaba sus estudios y se establecía en su carrera, trabajando en trabajos de mierda para llegar a fin de mes, siendo Vincent en quien podía confiar financieramente, a su lado en cada paso del camino.
¿Siquiera tienes idea de quién eres?
La pregunta de Vincent gira en la cabeza de Louis. ¿Él lo sabe? ¿Existe incluso fuera de su relación? ¿Realmente se había perdido en el camino, tan decidido a ser quien pensaba que Vincent quería que fuera?
Pero eso es lo que hace la gente, ¿no? Encuentran una pareja, alguien con quien crecer y convertirse en uno; ambiciones y aspiraciones compartidas, forjando un camino hacia un fin que cumpla con sus objetivos.
Claro, habían sido una pareja inusual desde el principio, un omega y un beta, pero Louis siempre había pensado que eso era lo que los hacía especiales. Eligieron activamente estar juntos, yendo en contra de las expectativas y normas sociales.
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Wild Hearts Run Free ෆ (Traducción)
RomanceEn un mundo donde alfas y omegas enfrentan desafíos por sus identidades, Harry, un alfa con un oscuro secreto, se ha aislado para evitar tentaciones. Louis, un omega cuestionando su lugar en el mundo, es abandonado por su compañero beta. Cuando el...