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   Jungkook prácticamente corrió fuera de su departamento, no sin antes decirle a Bam a donde iba, como si su mascota entendiera a la perfección sus palabras. Fue directo al estacionamiento por su motocicleta, se colocó su casco y en seguida encendió el motor.

Esta vez no se preocupó por salir casi en pijama, un pantalón de chandal y una sudadera extra grande era lo que portaba. El viento que impactaba su cuerpo era el recordatorio de que se dirigía al edificio de su Tae. Estaba muy feliz.

En un principio era muy difícil para él si quiera interactuar con él, sus nervios le ganaban, y otras veces su impulsividad. Jungkook era una persona muy impulsiva, antes creía que eso era algo negativo, pero ahora que notó la forma en que dio frutos con Taehyung, apreciaba más ese lado de sí mismo.

Aún así, no estaba cien por ciento seguro si sus sentimientos eran correspondidos. Todo inició con un enamoramiento platónico, algo parasocial. Nunca creyó desarrollar sentimientos reales por su youtuber favorito, pero sucedió, porque era imposible no enamorarse de Taehyung después de conocerlo en verdad. Se han visto muy pocas veces y eso solo hace que se sienta avergonzado por haber desarrollado sentimientos tan rápido.

Jungkook es un intenso.

Y eso también le preocupa. No quiere asustar a Taehyung, pero tampoco puede evitarlo, así es él. Intenso, bobo e impulsivo. Una combinación que hasta la fecha no parece molestar al mayor.

Inevitablemente aceleraba el motor al pensar en ver al peliazul lo más pronto posible. No tardó demasiado en recorrer el ya conocido camino, llegó después de varios minutos. Se estacionó frente a la puerta del edificio y bajó del vehículo.

Ya estando frente al lugar suspiró, a pesar de todo, el nerviosismo seguía prevaleciendo en su cuerpo. Desbloqueó su celular y avisó al mayor que ya se encontraba abajo. Taehyung al leer su mensaje corrió fuera de su habitación, encontrándose con su hernano mayor en la cocina.

—Ya vuelvo.— avisó pero fue interrumpido por Seokjin.

—¿A dónde vas?— el menor detuvo sus pasos y se quedó estático, dudando su respuesta.

—A ningún lado.

—Taehyung.— Seokjin dejó de mezclar parte de lo que estaba cocinando.

—Jin.— el peliazul sonrió falsamente.

—¿A dónde?

—Abajo.— el mayor frunció las cejas en confusión —Ya regreso ¿Si?

—¿Qué me ocultas, Taehyungie?— como si leyera la mente de su hermano, caminó hasta el gran ventanal del departamento que comparten y se asomó hacia la calle, logrando divisar a un chico junto a una motocicleta. Seokjin miró a Taehyung con una cara bastante expresiva. —¿Por qué no me dices la verdad, estúpido?— gritó ofendido y golpeó en repetidas ocasiones al menor con un trapo de la cocina.

—¡Déjame!— el peliazul corrió por la sala y cocina, siendo perseguido por el pelimorado. —¡Ya vuelvo!— como pudo escapó de su hermano y halló camino hasta la puerta principal, saliendo rápidamente y sin detenerse hasta el elevador.

Una vez dentro, reguló su respiración agitada después de haber huido de Seokjin. Tenía un par de segundos para calmarse antes de encontrarse con Jungkook, no había tenido mucho tiempo para asimilar que vería al pelinegro en cualquier momento. Tampoco negaría que desde que le pidió verse, intentó arreglarse un poco. Se coloco más perfume, se peinó como pudo, incluso se colocó brillo labial. Pero lo que más le da vergüenza reconocer es que buscó otra prenda y se cambió la camiseta que ya tenía puesta, por un crop top.

A diferencia de la última vez, en esta ocasión lo había escogido a propósito.

Después de ver la reacción de Jungkook sentía la necesidad de provocar algo así de nuevo, aunque probablemente se arrepentiría cuando lo tuviera en frente. Ahora no llevaba ningún suéter en el que pudiera esconderse si se sentía abrumado.

INFLUENCERS ; AU kookv Donde viven las historias. Descúbrelo ahora