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   Subir por el elevador fue una parte silenciosa para ambos. No estaban incómodos, realmente con la presencia del otro siempre se sentían bien, lo que siempre reinaba era el nerviosismo. Esto no impidió que compartieran sonrisas tímidas y cómplices en el corto trayecto hacia su piso.

Jungkook solo siguió los pasos del peliazul una vez que salieron del elevador hasta el departamento del último. Taehyung sacó sus llaves, y casi no se notó el pequeño temblor de sus manos que dificultaba el meter la llave al cerrojo, pudo abrir la puerta y se adentró a su hogar para después hacer un gesto hacia el pelinegro para que pasara.

El menor intentó no verse muy chismoso al inspeccionar lo que podía ver de la morada, jamás imaginó ver una silla con trasero en la casa de Taehyung y casi ríe al notarla. Observó múltiples objetos y decoraciones de este tipo, con una estética dudosa pero divertida. Se preguntaba si habían sido idea del peliazul o de su hermano, pero no preguntaría. Estaba a punto de elogiar una pequeña estatua sobre un mueble, pero la voz de un tercero llamó la atención de ambos.

—Taehyung.— Seokjin seguía en la cocina, ahora mirando a las dos personas nuevas en el departamento. -¿No me vas a presentar a Jungkook?- el peliazul le hizo una mueca a su hermano y le sonrió al pelinegro. Los dos menores se acercaron al pelimorado.

—Sí, sí. Kookie, él es Jin, mi hermano mayor.— el último mencionado casi ríe al escuchar cómo llamó al menor de todos. Los que se están conociendo hicieron una reverencia al mismo tiempo y estrecharon rápidamente sus manos.

—Jeon Jungkook, mucho gusto.

—Ay claro que lo sé, este nunca para de hablar de ti.

—¿Ah si?— el pelinegro volteó con una sonrisa coqueda y alardeante hacia Taehyung, quien rápidamente negó con la cabeza y le dedicó una expresión amenazante a Seokjin.

—N-no le hagas caso, está estúpido. Vámonos.— Jungkook rió bajito y su mano fue tomada por el peliazul, quien tiró de él para que caminaran. Jin seguía diciendo cosas pero Taehyung se apresuró y ambos llegaron hasta su habitación, donde puso seguro para que su hermano mayor no tuviera otra oportunidad de avergonzarlo.

El menor observó toda la habitación y sonrió en grande al identificar el fondo de los videos de Taehyung. Conocía esa pared decorada, ese pequeño sofá y hasta esa cama, todos estos objetos eran parte del fondo de los videos subidos. Iba a decir algo relacionado a ello, pero al ver al peliazul con la misma expresión de hace un momento no pudo evitar molestarlo.

—¿Le hablas a tu hermano de mí, Taesito?— el mencionado miró al menor con la misma cara avergonzada, pero sin defraudar a su personalidad, se acercó a él y con una almohada que tomó del sofá golpeó en repetidas ocasiones a Jungkook, hasta que el menor pidió no más golpes.

—No estés molestándome.

—¡No lo hago! Yo sí le hablo a mis amigos de ti, todo el tiempo.— Taehyung tenía un puchero en sus labios, seguía enojado porque reconocía esa cara en Jungkook, aún jugaba con él, pero también estaba enternecido por escucharlo. —Bueno, no lo hago demasiado porque ¿Y si les gustas? No, no, no.— el peliazul sonrió por fin.

-Kookie, yo le gusto a todo el mundo, solo mírame.- recorrió con sus propias manos su torso, haciendo que el pelinegro mirara sus movimientos, sonriendo de lado al verlo.

—Sí, ese es el problema.— nuevamente colocó su mano en la cintura del mayor y acercó su cuerpo. —¿Cómo puedes andar por la vida luciendo tan precioso?— la sonrisa de Taehyung se hizo más grande, pero por dentro estaba colapsando, y sus piernas no ayudaban.

—Escucha, yo sí puedo coquetear, tú no.— Jungkook carcajeó en alto y negó con la cabeza, divertido.

—No me gusta esa regla.

INFLUENCERS ; AU kookv Donde viven las historias. Descúbrelo ahora