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⚠️ Advertencia ⚠️
Fumar/ Uso de malas palabras/ Referencias a sexo/ Problemas familiares/ Suicidó / Alcoholismo

A

Años atrás...

-Odio tanto estar en mi casa algunas veces...–Dije mientras daba una calada a mi cigarro, nos encontramos en la habitación de Alec mientras el tomaba una cerveza.

-Lo se, me lo haz dicho tantas veces que si me dieran algo por cada vez que lo haga lo tendría todo.– Dijo con su marcado acento francés tomando otro trago de la lata en su mano la cual está apunto de terminar. Al ya tener un par de gotas en la lata la dejo caer al piso para después ponerse sobre mi y colocando su labios en los míos.
Al principio me asusto ya que era el primer hombre que besába por eso lo empuje, pero al ver sus ojos hambrientos por este nuevo sentimiento solo me deje llevar por los impulsos y lo bese. El beso fue escalando primero leve y después se convirtió en un beso apasionado, mi manos se pasearon por todo su cuerpo. Explorando bajo su camisa mientras mi boca besaba cada parte de su cuello.

Tras eso supongo sabrán que paso entre nosotros. Y así fue por un tiempo cuando me sentía mal solo buscaba la forma de llegar a su casa para coger y olvidar todo aquello que me hacía sentir mal.

Pero siendo honesto todo empeoró cuando al fin salí de la casa de mis padre.
Edd me avisó que tenia en mente mudarse a una casa no muy grande en otra ciudad por lo que lo pensé un rato. Alejarme de aquel lugar...alejarme de Alec. No era lo mejor, no para mi o si?...

Llegué a casa después de esa última charla, Edd era un gran hombre, capaz de todo y muy inteligente sabía que si se mudaba el sería más feliz.
Entre a casa y justo estaba mi padre molestó como siempre, mi madre solo estaba callada con su mirada abajo.

–. CREES QUE NO NOS ENTERIAMOS DE ESTO... –Grito mi padre mientras mi madre solo soltaba sollozos ocultando sus lágrimas con si cabello.

–. ESTOY ENFADADO DE TENER QUE OCULTAR QUE MI PROPIO HIJO ES MARICON.- golpeó la mesa hacían a mi madre gritar y alejarse del lugar.

Empecé a molestarme por el comportamiento tan abusivo de mi padre y me acerque a el, no dejaría que me tratara de esta forma y menos que asustara asi a mi madre.

–Tienes algún problema con mi puta vida sexual idiota.- trate de nivelar el tono de mi voz para evitar más gritos.
Vi a mi madre asustada mover la cabeza en forma de un no. Ella lo conocía más que yo después de todo.

Aquel hombre que se hacía llamar mi padre me soltó un golpe en la cara para después decir algo que me nunca olvidaré. "Mi puto hijo nunca será como tú, así que lárgate que no eres mi hijo"

Tome mis cosas tan rápido cómo pude y salí de la casa sin pensarlo dos veces, fui a la casa de Edd que al abrí la puerta se sorprendió no solo por mi visita inesperada sino por el gran moretón negro en mi pómulo además del pequeños rastro de sangre saliendo ligeramente de mi labio.
Esa noche me curo y nos quedamos un rato juntos, el trato de hablar del problema pero simplemente cambié el tema....

Habías llegado el día de nuestra mudanza, encontramos una casa en unos suburbios tranquilos, la casa era un tanto grande para los dos pero era suficiente. Pasado de unos meses me enteré que dos de los amigos de la infancia de Edd vivían en esa ciudad por lo que muchas veces salimos juntós.
Un tal Tom y Matt, eran "agradables" pero nunca pensé que nuestros caminos se unieran a tal punto que se mudaron a nuestra casa.
Ahora éramos cuatro, la paz nunca volvió a ser igual y no solo por ellos dos ahora en casa sino que en mi cabeza todo se sentía peor.

Solo puedo recordar aquéllos días cuando al despertar... Con el simple hecho de abrir los ojos como día normal mi cuerpo se sentía en una profunda desesperación, solo quería llorar y encerrarme, solo podía pensar que pasaría si muriera, quería libertad; callar aquel dolor tan profundo.

Así que empecé a salir por las noches y tardes, ir a bares o lugares donde conociera a más personas con quién solo me divertía un rato para llenar aquél vacío de pesadilla. Pero no era lo único, otros días solo tenía tanta energía que molestaba a Tom de tantas formas posibles, hubo un días en los que solo iba a la habitación de Tom discutía un tiempo con el y después lo besaba sin control. Necesitaba sus labios sobre los míos.
Al principio el se alejo pero cuando el llegaba completamente alcoholizado era cuando el me buscaba para usarme como el quería, claro yo disfrutaba eso después de todo eso borraba el vacío, solo queria sentirme útil para alguien, no quería estar solo.

Recuerdo que una noche Tom entro a mi habitación el no se encontraba borracho al contrario estaba bien algo nervioso pero sus nervios se disiparon cuando me vio tirado en el piso con lágrimas en mi rostro y una pistola que temblaba en mis manos apuntando a mi propia cabeza.
El corrió hasta mi y quitó la pistola de mis manos.
Fue la primera noche en la que vio realmente mis sentimientos. Aquéllos moustruos en mi cabeza.
Al siguiente día solo me fui, quería escapar y no podía ver la cara de Tom otra vez, solo podía ver si rostros aterrado viéndome en aquel momento tan vulnerable.

Pasado de unos años regrese a la casa, trate de mantener a todos distantes. Había logrado mantener esas crisis bajo control ya que lo aprendí al volver a encontrar a Alec y estar como Líder en el ejército.

Así fue nuestra rutina por el tiempo  que estuve de regreso. Solo evitar a mis amigos y fingir que estaba bien, después de todo es lo que mejor sabía hacer, hasta que llego aquel fatídico día donde arruine todo.


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