Alina, recién mudada a Birmingham, con un trabajo y una casa, todo es nuevo para ella y Azul, su hija de 5 años que la acompaña a donde ella vaya.
Todo cambia el día que conoce al papá del amiguito de jardin de Azul, quien podria ser su compañero pa...
-Mamá despertate..mamá- me removi y entreabri los ojos - están tocando el timbre hace un montón de tiempo mami, levantate- me sente en la cama, vi la hora en el celular, ni siquiera eran las 7 de la mañana.
-Calzate Azul, o acostate, es muy temprano- me levante y me puse la bata, Azul bajo conmigo aún descalza, me hace mucho caso por suerte.
-Ya va, ya va!- grité cuando escuche tres toques seguidos de timbre, mire por el lente de la puerta y no podia creer lo que estaba viendo.
Abri la puerta y me hice a un lado para que la más sorprendida sea Azu.
-¡Papá!- soltó en cuanto Juan se dejo ver.
-Hola hija, hola mi amor- se me hizo imposible no emocionarme al verlo tan conmovido, las lagrimas le caian sin cesar por las mejillas, sobe su espalda mientras Azul lo abrazaba por el cuello.
-Hola negrita- me abrazo por los hombros y beso mi cabeza, yo también le di un corto abrazo.
-Que haces aca?, loco de mierda- pregunté mientras cerraba la puerta.
-Quise darle una sorpresa a mi princesa, la extrañaba mucho ya-
Azul tenia todos los ojitos llorosos, mi chiquita, nadie más que ella sabe cuanto ama a su papá.
-Papi, estoy muy feliz, soy la niña más feliz del mundo- dijo mientras lo abrazaba por las piernas.
Después del emotivo recibimiento le dije a Juan que se acomodara, teniamos una habitación libre, que claramente no iba a usar porque Azul lo llevo a dormir con ella, me acosté pero ya no iba a poder dormir nada, eran casi las 8 de la mañana y a las 10 tenia que estar en el Villa Park para el entrenamiento de los chicos.
Estaba debatiendo contra mi yo interior para mandarle un mensaje a mi mamá pero la llegada de otro mensaje me descolocó.
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Ya que me haya enviando un mensaje me parecia raro y cerraba con eso, yo no soy boluda.
Capaz si no fuera tan cagon y no lo corregía hoy a la noche hubieramos cenado juntos.
