Alina, recién mudada a Birmingham, con un trabajo y una casa, todo es nuevo para ella y Azul, su hija de 5 años que la acompaña a donde ella vaya.
Todo cambia el día que conoce al papá del amiguito de jardin de Azul, quien podria ser su compañero pa...
Ya todos sabian que Alu estaba embarazada, unos días después de hablar con los chicos le contamos a nuestras familias y después de que se filtraran fotos de nosotros en la clínica decidimos hacerlo público.
Alina estaba insoportable, no habia un día que pasemos sin pelear, en realidad pelea ella, yo la jodo hasta que me manda a la mierda pero con unos besitos se le pasa.
En la pastelería iba todo demasiado bien, la producción habia aumentado muchísimo por ende Alina tuvo que contratar a una persona más para que la ayudara a ella y a Julieta, los chicos se la pasaban ahí, yo cuando salia de entrenar también iba, se convirtio en el lugar favorito de todos.
—Hoola mi amor— entrecerre los ojos cuando Alina me recibió de esa manera — sos un tarado, encima que te digo algo lindo te haces el payaso— se cruzo de brazos mientras ponia cara de enojada.
—Hola mi flaquita linda— dije abrazandola y llenandola de besos — estas cada día más hermosa— cuando nos separamos vi que tenia los cachetes colorados.
—Donde estan los pollitos?— Alina me llevo de la mano a la cocina, Azul y Santi estaban ambos con delantales, gorros y guantes amasando junto a Julieta.
—Papito!— Azul salto a mis brazos y Santi me abrazo por las piernas.
—Hola cocineritos, que estan haciendo?— me empezaron a contar y después siguieron con lo que estaban haciendo.
Fuimos con Alina adelante a cerrar la caja.
—Como estás?—
—Bien amor, hoy no me duelen los pies ni nada de eso, lo único es que tengo mucha hambre, ya me comi como dos medialunas y una porcion de carrot cake, voy a rodar— solté una risa y acaricie el vientre de Alina, era grande pero no tanto, la doctora decia que era normal para la contextura de ella por más que haya dos bebés.
—Esta bien flaqui, tenes que comer lo que vos quieras— le dije, ella me sonrio y yo aproveche que estaba demasiado buena para darle un beso a su pancita.
—No me gusta que hagas eso en público, ya te lo dije—
—Un besito a mis principes nada más— Alina rodo los ojos.
—Ya te dije que no son dos nenes, son una nena y un nene— le duro poco el buen humor, el día que fuimos a conocer el sexo de los bebés no se dejaron ver, Alina me reclamo de mil fomas porque según era mi culpa por no darle antes los caramelos.
—Ya te vas a enojar, dios mio— me fui a la cocina mientras ella terminaba de hacer sus cosas, ayude a los chicos a sacarse la harina de la cara, Julieta ya habia dejado todo limpio.
Volvimos a casa, Alina estaba muy irritada, le molestaba la ropa, el pelo, insoportable.
Estabamos en la sala de juegos, Alina se asomaba a la ventana, jugaba con su pelo, se tocaba la panza, estaba peor que los chicos, la vi distraida por unos segundos y le saque una foto, me volvia loco todo de ella.
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