Estocolmo.

Vuelta al pasado. Capitúlo 9

Hace un año:

-¡Gab, ya llegué! - Grita ella -. ¿Gab? Bueno, supongo que todavía no llega de su trabajo -. Supuso la mujer.

Ella se dirige hacia la cocina y saca de la heladera una jarra con leche, se la sirve en un vaso y se sienta en la mesa con tranquilidad y disfrutando de la bebida.

Amanda observa que Gabriel se dejó la computadora sobre la mesa. La curiosa mujer toma la computadora y la enciende, pero se da cuenta que está lleva contraseña, así que se rinde y deja la laptop a un costado, hasta que se percata que debajo de la computadora había un papel pegado sobre la suela de la misma que decía "Camila" y tan pronto leyó eso, introdujo ese nombre de contraseña. Para su sorpresa era la correcta. A ella le parecía extraño que ese nombre fuese su código de seguridad, más porque ella no conocía a ninguna Camila.

-《Aver...vamos a chusmear que cosillas tienes por aquí, cariño. Tal vez y sea algún regalo por los siete meses juntos, que lindo》-. Pensó ella abriendo cada página de la laptop.

Amanda accidentalmente hizo Clic en una de las páginas abiertas, y en ella se podía observar un anuncio para el puesto de enfermero en un Psiquiátrico a las afueras de la ciudad. Amanda quedó extrañada porque su pareja ya tenía un empleo como enfermero en un hospital a pocos minutos de su departamento, así que la muchacha comenzó a investigar más a fondo lo que buscaba su pareja y entre aquello apareció el registro de varios pacientes del hospital donde trabajaba Gabriel. "Meh, serán sus pacientes". Pensó ella y siguió con su busqueda, pero no pasó mucho para que se escuchara en sonido de las llaves apunto de abrir la puerta de entrada del lugar. Amanda cerró todas las páginas como pudo y apagó la computadora lo más rápido posible.

- Hola, cariño. Disculpa, me olvidé la laptop y sin ella no puedo trabajar -. Explicó Gabriel.

- Esta bien, cielo -. Dijo ella.

Gabriel se despidió con un beso y se fue de allí.
La joven quedó extrañada y no muy convencida así que decidió ir a la la alcoba y empezó a buscar indicios del porque su pareja quería cambiar se hospital.
Revolvió las frasadas, se fijó debajo del lecho y nada. Miró en los cajones y en sus pantalones. La mujer revisó uno de los sacos y allí encontró un pequeño papel que decía "Carla" Y detrás una dirección escrita a mano.

-¿Quién es Carla? - Se pregunta ella -. Si este maldito me esta engañando, juro que lo destroso -.

Ella se sube al auto y va a donde esa dirección, y llegando se encuentra con una pequeña casa pintada de rosado. Se baja del auto y toca la puerta del hogar, sale una mujer flaca, bajita y pelirroja del allí y observa a Amanda.

-¿Usted es Carla? -

-Sí, soy yo ¿por qué? ¿Quién es usted? - pregunta la joven.

-¿Conoces a un tal Gabriel? - Pregunta curiosa y temerosa por la respuesta.

- ¿Gabriel Reyes? Es el enfermero de mi madre -. Responde -. ¿Usted quién es? -

- No, nada. Gracias -. Dice Amanda.

Dirigiendose al auto desiste que tal vez estaba siendo paranoíca y regresa a su casa con tranquilidad.
Dos días más tarde luego de que Amanda haya sido asignada como detective oficial pasando todas sus pruebas, se encontraba sentada en el sillón viendo la televisión, cuando se informa la noticia de la desaparición de una joven de veintidos años, llamada "Carla Mendoza". Amanda se queda atónita y sube el volumén de el televisor.

"Repito: se notifica la desaparición de otra joven de diecinueve años de edad, llamada Carla Mendoza, quien se dice que encontraba en la puerta de su establecimiento a las veintitrés horas, cuando esta fue aprensiva por un hombre de apróximadamente veintitrés años, según un testito que se encontraba pasando por allí y que no pudo hacer nada. Ya vendría siendo la segunda vez en el mes que..."